lunes, 22 de enero de 2024

SIR WINSTON CHURCHILL

Murió un 24 de enero de 1955, a los 90 años. Una trombosis cerebral lo llevó al último estado de la vida. Fue un hombre sencillamente extraordinario que vivió las peripecias de una de las carreras más largas, más agitadas y más contradictorias. Churchill había nacido el 30 de noviembre de 1874, en plena era victoriana y en la cumbre del poderío británico. Pero tuvo una infancia privada de toda ternura familiar. Su padre, austero y distante, estaba por completo dedicado a la política, y su madre a las obligaciones mundanas. Vivió con el solo afecto de su madrina. Fue después a la escuela en la que la pobreza de la instrucción era compensada con la abundancia de castigos corporales. Los castigos lo hicieron reservado y taciturno y estaba siempre a la cola de su clase. Desesperado de no poder hacer de él un abogado, su padre decidió internarlo en la Academia Militar y en medio de su torpeza se operó en él un cambio brusco, entonces el adolescente torpe y moroso se convirtió en un brillante militar lleno de iniciativas. Era un jinete perfecto. En 1897 sirvió en el ejército británico de la India, publica su novela titulada “Savrila” y comienza a tomar impulso su larga carrera. Corresponsal de guerra en África del Sur, prisionero de los Borres, logra fugarse. Elegido diputado conservador se pasa a los liberales. En 1910 ya es Ministro de Comercio y luego desempeña otros ministerios hasta llegar a ser Primer Ministro. Fue electo Primer Ministro durante los años difíciles de la II Guerra Mundial y se erigió en factor importante de la Gran Alianza. Tras dimitir como Primer Ministro en 1955, Churchill se dedicó a la pintura y a la literatura durante los últimos años. Fue un notable historiador. Entre sus obras más famosas se encuentran “La Segunda Guerra Mundial” (6 volúmenes) e “Historia de los pueblos de habla inglesa” (4 volúmenes) En 1953 recibió el Premio Nóbel de Literatura y se le concedió el tíitulo de Sir.

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