viernes, 8 de septiembre de 2023

LOS RESTOS DE COLÓN

9 de septiembre de 1544.- En profunda soledad, casi inadvertidamente, murió en Valladolid el 20 de mayo de 1506 el descubridor de América, pero sus restos, tal como él lo pidió antes de morir, fueron trasladados y llegaron, 9 de septiembre de 1544, a la proto-renacentista Catedral de Santo Domingo, donde reposan confundidos con la tierra tropical que por primera vez pisó en aras de la odisea que más recuerda la historia. Cristóbal Colón falleció cuatro años después de su último y cuarto viaje que hiciera en compañía de su hijo Fernando, de doce años, comandando cuatro navíos y 150 hombres. Fue irremisiblemente el viaje más duro y borrascoso de su vida de descubridor y navegante. Comprobó en carne propia que la jornada final casi siempre es ingrata y desoladora. Llegó hasta el Istmo de Panamá en un último intento por hallar la ruta marina de las Especies, pero nada más que desesperanza y fiasco fue lo que vislumbró en todo el horizonte. A España regresó de su último viaje con el alma en el suelo. Había quedado aislado en Jamaica durante un año y con posibilidades remotas de salir de allí porque sus bajeles habían todos naufragados. Los indígenas lo atacaban y lo habrían hecho morir de hambre si a él no se le ocurre el ya conocido truco del eclipse, con el que hizo caer en sumisión a los nativos más hostiles. Pudo salir de Jamaica, ya de vuelta a España, gracias a la riesgosa travesía que hicieran en dos canoas sus amigos Diego Méndez y Bartolomé Fiesco para informar a las autoridades allí de su estado doloroso, estado que se prolongó después de su rescate, ante la reticencia de la Corte por reconocerle sus derechos. Había abierto un camino tan grande y ambicioso que se tragó en vida la propia gloria de este extraordinario náutico de cuyo verdadero origen e identidad aún duda y especula la historia

jueves, 7 de septiembre de 2023

FRANCISCO DE QUEVEDO

El 8 de septiembre de 1645 falleció Francisco de Quevedo, una de las figuras más importantes del barroco español. Falleció amargado y acabado después de haber sido encarcelado por sus duras diatribas contra el conde-duque de Olivares, personajes que dirigió la política de la Monarquía Hispánica durante 20 años del reinado de Felipe IV. Escribió profusamente, tanto en prosa como en poesía y su trascendencia responde al mismo brillo de sus obras burlescas y satíricas, consideras como las más populares de la literatura española y entre las cuales destacan La vida del Buscón, que es una novela picaresca; Los Sueños, cinco piezas cortas conceptistas; Política de Dios y gobierno de Cristo, morales y políticas; Tiranía de Satanás, en la que traza la imagen ideal del gobernante siguiendo los Evangelios, y Marco Bruto, glosa, en la que muestra los premios y los castigos que la liviandad del pueblo dio a un buen tirano —Julio César— y a un mal leal —Bruto. De su obra poética se conserva de Quevedo un millar de poemas. Se publicaron después de su muerte en dos volúmenes Parnaso español y Las tres musas que conforman un conjunto monumental de poesía metafísica, amorosa, satírica, religiosa y moral. Sus primeros poemas fueron letrillas burlescas y satíricas como “Poderoso caballero /es don Dinero”, género cultivado con gran brillantez durante toda su vida, y el más conocido y popular. Criticó con mordacidad atroz los vicios, locuras y debilidades de la humanidad y zahirió de una manera cruel a sus enemigos, como en el conocido soneto, “Érase un hombre a una nariz pegado”. En su poesía amorosa, Quevedo vio una posibilidad de explorar el amor como lo que da sentido a la vida y al mundo. El tema de la muerte y de la brevedad de la vida son una constante en su poesía metafísica en la que aparece el estoicismo para aceptar la angustia que provoca el Tiempo que todo lo destruye: Ayer se fue, mañana no ha llegado / hoy se está yendo sin parar un punto / Soy un fue y un será y un es cansado.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

DIA NACIONAL DEL BRASIL

El 7 de septiembre de 1822, bajo la mirada augusta de su Regente, el Príncipe Pedro, hijo del rey Juan VI de Portugal, quien se hallaba ausente, Brasil proclamó al mundo su derecho a ser libre e independiente. La revolución francesa y la liderada por Bolívar en Venezuela y Colombia inspiraron y dieron calor a los brasileños para formular pronunciamientos ardorosos en aras de la libertad e independencia territorial. El Príncipe Pedro que simpatizaba con ese sentimiento de los brasileños y seguía los consejos del notable político y escritor, José Bonifacio Andrade y Silva, rompió con las Cortes de Portugal y declaró la independencia del Brasil en la Colina de Ipiranga (Sao Paulo). Inmediatamente Don Pedro fue proclamado Emperador y su reinado se mantuvo hasta 1831 que abdicó a favor de su hijo, quien fue declarado diez años más tarde emperador del Brasil con el nombre de Pedro Segundo. Pedro II reinó durante cincuenta años y su mandato resultó muy provechoso para la economía del país, toda vez que patrocinó numerosas expediciones con el fin de lograr fuentes de riquezas. Abolió en parte la esclavitud, favoreció la inmigración y el advenimiento de la República, en 1889 y en definitiva, reinó en forma justa, afirmando las bases de la futura grandeza brasilera. Brasil es el cuarto territorio más extenso del mundo situado en la parte orienta del Continente Americano. Cubre casi la mitad de Sur América y tiene una población de 200 millones de habitantes aproximadamente. De este inmenso país dijo el escritor Stefan Zweig: “gracias a su virginidad y amplitud, significa para nuestro mundo apremiado, en parte ya cansado y agotado, una de las mayores esperanzas y, tal vez, la esperanza más justificada de nuestra actualidad”.

sábado, 2 de septiembre de 2023

LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACION

El 3 de septiembre de 1984, el Vaticano dio a conocer un documento de condena a la Teología de la Liberación, convencido de los inconvenientes que traería a la religión católica, la utilización del método de análisis y de perspectivas marxistas en la interpretación de la realidad estructural de la pobreza. En efecto, al tratar algunos teólogos católicos y protestantes de encontrar las causas de la creciente pobreza estructural y destructiva y considerar la forma en que la fe cristiana se ha utilizado para legitimar estas condiciones de opresión, se plantearon varias interrogantes, entre ellas la más importante, ¿qué se puede hacer al respecto? Pues bien, emplearon una metodología de interpretación que tomaba en cuenta la penetración socio-analítica marxista y la crítica de Marx al papel de la religión en la sociedad, lo cual no se avenía con la filosofía de la Iglesia. Desde la publicación de este documento pontificio de condena, fue enervándose la fuerza que venía tomando el movimiento de la Teología de la liberación, fundamentalmente en Latinoamérica en donde se asocian los nombres de Gustavo Gutiérrez, Rubén Álvez, Hugo Assman y Leonardo Boff, entre otros de las décadas de 1960 y 1970. A raíz de la discusión, la Santa Sede sentenció al padre brasileño Leonardo Boff a un año de silencio por un escrito basado en la Teología de la liberación. Boff acató la sentencia, pero poco después el Papa envió un mensaje a los obispos del Brasil en el que conviene tras una larga reflexión que la Teología de la liberación es oportuna, útil y necesaria. Con este mensaje se le dio luz verde y se le reconoció plenamente su papel frente a la realidad socio-económica del continente. Lo cierto es que la Teoría de la liberación no es nada nuevo. Según Monseñor Samuel Pinto Gómez, está en el Capítulo III del Profeta Isaías y reconoce que hay aspectos del Evangelio que coincide con el marxismo, lo que ocurre es que no deben generalizarse esas coincidencias, porque la Iglesia es radicalmente espiritualista y nada tiene que ver con el materialismo que es temporal e intrascendente.

RENDICIÓN DEL JAPON II GUERRA MUNDIAL

El lanzamiento de las bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, terminaron de debilitar al imperio de Hiro-Hito obligando a éste aceptar la rendición incondicional impuesta por las fuerzas aliadas de la II Guerra Mundial.
            La rendición formal se firmó a bordo del acorazado estadounidense Missouri, en la bahía de Tokio, el 2 de septiembre de 1945 y sobre la marcha, loa Aliados confiaron a  Estados Unidos la responsabilidad de mantener tropas de ocupación en las islas japonesas conquistadas y bajo rendición
            Así fue como Japón quedó despojado de su imperio. Mongolia interior, Dongbei Pingyuan (Manchuria), Taiwan y Hainan fueron devueltas a China.  La URSS, retuvo las islas Kuriles y Karafuto que invadió luego del lanzamiento de las bombas atómicas, y el control de Mongolia Exterior; Port Arthur y el Ferrocarril de Dongbei Pingyuan (Manchuria) del Sur se colocaron bajo el control conjunto de la URSS y China. Estados Unidos, bajo el fideicomiso de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), ocupó todas las islas que habían sido antiguos mandatos japoneses del Pacífico Sur.
Douglas MacArthur fue nombrado comandante supremo de las tropas que ocupaban Japón. Representantes de China, la URSS y Gran Bretaña formaron el Consejo Aliado para Japón, con sede en Tokio, para asistir a MacArthur. De las cuestiones exteriores de la política de ocupación se pasó a ocupar la Comisión del Lejano Oriente, con sede en la ciudad de Washington, representada por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, Australia, Canadá, China, Francia, la India, los Países Bajos, Nueva Zelanda y Filipinas. Un cierto número de antiguos dirigentes japoneses fueron juzgados por crímenes de guerra y se estableció que los objetivos de la política de ocupación eran, básicamente, la democratización del gobierno japonés y el restablecimiento de una economía industrial de tiempo de paz.

viernes, 1 de septiembre de 2023

SEGUNDA GUERRA MUNDIL

Inicia la Segunda Guerra Mundial (1939). El 1 de septiembre el ejército alemán invade Polonia, usando el pretexto de un ataque polaco simulado en un puesto fronterizo alemán, como respuesta, dos días después los gobiernos de Francia y Reino Unido le declaran la guerra a Alemania. Los alemanes tomaron rápidamente el control de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y Francia. EL 22 de junio de 1941, Alemania invade la Unión Soviética, acción conocida como Operación Barbarroja, agresión que motivó la entrada de Stalin a la Segunda Guerra Mundial como aliado de Occidente contra el fascismo. Estados Unidos entra en la guerra después del ataque a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. Alemania se rinde el 8 de mayo de 1945. La Segunda Guerra Mundial termina el 2 de septiembre de 1945 con la redención incondicional del Imperio del Japón.

EL LICURGO VENEZOLANO

Hubo dos Licurgos. El de Esparta, jurista y legislador y el de Atenas, político y orador. El viajero francés Francois Depons, quien lo trató en Caracas en 1801 y 1804, llamó a Miguel José Sanz “El Licurgo de Venezuela”. ¿Al cual de los dos se refería? Seguramente que al de Atenas, porque si bien Sanz era experto en leyes y llegó a ser Relator de la Real Audiencia, Secretario del Congreso de 1811 y Presidente de la Cámara Provincial, no fue propiamente un legislador. Sanz, ideólogo de la Independencia, fue fundamentalmente jurista, político y periodista. Estudió leyes en la Universidad Central y luego de recibir el título, ejerció la abogacía en Caracas a pesar de haber venido de Valencia, donde nació el primero de septiembre de 1756. Su vocación de periodista se evidenció cuando convenció al Colegio de Abogados para tramitar la introducción de la imprenta en Venezuela, aspiración que se quedó en veremos no obstante todo cuanto se avanzó en esa dirección. No fue posible que tuviéramos la prensa sino en 1808 por otras vías, la misma donde se editó la Gaceta de Caracas y que después del 19 de abril de 1810 le sirvió tanto a Miguel José Sanz como a José domingo Díaz para publicar el Semanario de Caracas. El Semanario de Caracas fue un semanario político al servicio de la causa republicana, pero de vida efímera, apenas treinta números, pues era muy fuerte la presión de quienes veían afectados sus intereses por los artículos de Sanz Como periodista de manifiestas ideas políticas, presintió el grave peligro que amenazaba a la República, se adelantó proféticamente a la capitulación de Miranda y a la subsiguiente represión realista de la que al final fue víctima el propio Sanz, pasado por lar armas en Maturín, luego de la derrota del General José Félix Ribas, a quien servía como Consejero de Guerra.