sábado, 13 de agosto de 2016

SERVET QUEMADO EN LA HOGUERA

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En Ginebra, el 13 de agosto de 1553, junto a un lago apacible y en lo alto de una hermosa colina, la Inquisición prendió la hoguera y lentamente se fue acabando la vida del sabio humanista Miguel Servet.
Se cumplía de esta manera la orden odiosa de Juan Calvino, quien, por desgracia, pudo rebelarse públicamente contra la disciplina sostén de sus primeras ideas cristianas, pero que no supo contener sus impulsos frente al disentimiento de las más graves cuestiones planteadas por Servet.
Calvino fue un teólogo, un reformador, uno de los fundadores del protestantismo y, por lo  tanto, negador de los fundamentos de la Iglesia Católica,  hombre que revolucionó una época y llegó a tener influencia y poder que sólo supo usar para tiranizar y aplicar medidas inquisitoriales sobre la vida, las acciones y las opiniones de la gente, enviando a patíbulo a todos aquellos que no pensaban como él.  Y uno de los que no pensaban como él y por eso fue su víctima, fue el humanista, teólogo y médico español Miguel Servet.


Miguel Servet conoció a Calvino en la Universidad de Paris y en el curso de sus conversaciones científicas y filosóficas comenzó a disentir de él y ambos terminaron cruzándose cartas violentísimas. Servet publicó sus cartas en la obra “Restitución del Cristianismo”, la misma donde dio a conocer su tesis científica sobre circulación de la sangre o circulación pulmonar. Calvino denunció el libro a la Inquisición francesa como blasfemo, contrario a la ortodoxia católica, de manera que acosado y perseguido, Miguel Servet escapó de quienes querían acorralarlo.  Se refugió en Ginebra, pero hasta allá llegó la pesquisa y el brazo rabioso de Calvino.  La suerte, definitivamente, no estaba de su parte, descubierto por su implacable adversario, le siguieron juicio y lo condenaron. Servet fue quemado vivo, junto con todos sus libros y papeles.

viernes, 12 de agosto de 2016

EL FONÓGRAFO


El 12 de agosto de 1877, Thomas Alva Edison anunció que había inventado un aparato electromecánico capaz de reproducir el sonido.  Tal el Fonógrafo que posteriormente se llamó Gramófono y  en el cual se recogía el sonido en un cilindro de papel de estaño.
A medida que el aparato evolucionaba iba adquiriendo nombres más apropiado a su calidad y estilo.  Así fue conocido también como toca-disco, vitrola, autofónica, picot.
Edison, inventor también de la bombilla, un sistema generador de electricidad y un proyector de película llamado kinestocopio, entre otras muchas genialidades, nació en Ohio el 11 de febrero de 1847 y falleció el 18 de octubre de 1931.
Podríamos decir que casi no tuvo escuela, pues apenas se sabe que acudió sólo tres meses a ella y a los doce años de edad tomó la calle para vender periódicos y tabacos.  Un día  arriesgo su vida por salvar la de un niño amenazado sobre los rieles de un tren. Entonces lo premiaron con una beca para estudiar telegrafía y en el curso realizó toda una invención que mejoró extraordinariamente las comunicaciones de aquellos tiempos.


Todas sus invenciones de algún modo tuvieron un profundo efecto en la configuración de la sociedad moderna y si bien todas fueron realmente importantes aunque perfeccionadas por otros hombres igualmente ingeniosos, el Fonógrafo como tal y durante casi todo el siglo veinte destacó como un instrumento prodigioso a través del cual se podía conversar y escuchar muchas veces la voz de estadistas, poetas, cantantes, apreciar el  arte de pianistas, violinistas y el sonido de las mejores orquestas.  Hoy, por supuesto, existen otros medios cibernéticos más sofisticados y de alta precisión que apenas si nos acordamos de los rudimentos del gramófono o de la singular vitrola portátil o de consola de sala, con su plato giratorio, y aquel brazo cabeceado su aguja de acero sobre el espiral surco del disco de vinilo. 

jueves, 11 de agosto de 2016

SAMANIEGO, EL FABULISTA



  

El 11 de agosto de 1801, falleció el famoso fabulista hispano Félix María Samaniego, a la edad de 56 años, en el mismo pueblito de su nacimiento llamado Laguardia. Pero hubiera podido morir antes, sino es por la intervención influyente de un amigo que lo salvó de la acusación que le hicieran ante la Inquisición  por haber adoptado las opiniones de los franceses de aquella época.
Era Samaniego un hombre sencillo, estimado en los salones por su conversación amena y llena de gracia. La paz y el bienestar doméstico fueron su más cara ambición y estuvo siempre alejado de los cargos públicos que en aquel tiempo le ofrecieron.                      Era aficionado a la música y menospreciaba la fama literaria que tuvo y todavía subsiste a través de los tiempos. Porque fue sin duda un fabulista virtuoso bebido en las fuentes de Esopo, Fedro y el francés Lafontaine.
Moralizador, pues sus relatos siempre tuvieron una conclusión edificante o instructiva. Mediante personajes imaginarios puso al descubierto las más comunes acciones humanas y ridiculizó con aciertos y sensibilidad extraordinaria las debilidades de los hombres.
Las fábulas siempre han interesado y continúan interesando a la humanidad porque sus temas preferentes se viven a cada rato: La avaricia, el egoísmo, la vanidad, la holgazanería, la temeridad, el despilfarro, son defectos que consumen al hombre y de ahí que las fábulas al igual que las parábolas hayan sido concebidas por los grandes literarios para ponerlas al descubierto. ¿Quién no recuerda aquella de “El Cuervo y la raposa”?... donde la zorra elogia la hermosura del cuervo, hasta que éste, para demostrarle la armonía de su voz abre el pico y deja caer un pedazo de queso que, siendo lo que la zorra perseguía, lo toma para si y deja burlado al vanidoso. 

miércoles, 10 de agosto de 2016

INDEPENDENCIA DEL ECUADOR



Los americanos recordamos hoy el 10 de agosto de 1809 como su Día Nacional del Ecuador, país de la América del Sur situado en un punto de la línea equinoccional que divide a la tierra. Se recuerda el movimiento independiente iniciado por la valiente pluma de Eugenio Espejo y cristalizado en aurora de libertad en el Cerro de Pichincha, gracias a la bravura del joven Abdón Calderón, mártir de aquella jornada y al denuedo e inteligencia militar de Sucre y Bolívar.
Y sobre esa evocación de luchas cruentas en pro de una causa muy legítima, se levanta también el recuerdo de los que supieron aprovecharlas como fundamentos para construir el edificio de las instituciones republicanas. Miguel de Santiago, Juan Montalvo, Pedro Maldonado, Caspicara, José de Olmedo, Juan León Mera y Eloy Alfaro son vivos exponentes del resurgimiento y la vida integral de ese pueblo.
Expediciones científicas como la geodésica que midió un arco de meridiano en la línea ecuatorial, como la de Alejandro Humbolt que ascendió hasta los casi seis mil metros del Chimborazo y como la del naturalista inglés Carlos Roberto Darwin, quien hizo importantes experiencias sobre su teoría de la evolución biológica son hechos destacados en la historia del Ecuador.
Ecuador, regido por un gobierno democrático, tiene elecciones presidenciales cada cuatro años y como en la Venezuela reciente, el Poder Legislativo está representado por una Cámara unicameral, pero de menor número -82- de diputados.  La economía básica tiene su fuente principal en la explotación de ingentes yacimientos petroleros.  Después de Venezuela, Ecuador es el segundo país productor de petróleo más importante de la América del Sur.


Su conflicto fronterizo de más de 340 kilómetros cuadrados en la cordillera del Cóndor ricos en petróleo, oro y uranio, que mantenía con su vecino la República de El Perú y que provocó centenares de muertos en 1995, quedó resuelto durante la gestión de su presidente Jamil Mahuad y Alberto Fujimori, del Perú.

martes, 9 de agosto de 2016

FRANCISCO LAZO MARTÍ

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            El 9 de agosto de 1909 falleció en una vieja casa de Maiquetía, el médico y poeta nativista  de la pampa venezolana, Francisco Lazo Martí.  Había nacido en Calabozo, Estado Guárico  el 14 de marzo de 1869.
            Nació, creció y realizó todos sus estudios en Calabozo que entonces disfrutaba de una vida económica floreciente.  Apenas viajó a Caracas a presentar sus exámenes de medicina, de la medicina que también ejerció plenamente en el llano, consustanciado con el paisaje que toma vida en su poesía y la cual es trasunto hermosamente sensible La Silva Criolla, que algunos aprecian semejante a la Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida del ilustre don Andrés Bello.
            Sin embargo, el escritor don Lisandro Alvarado, lo niega.  Solamente aprecia una “analogía singular de temperamentos, de genios psicológicos”.  Tal vez influencia como la tuvo Bello del poeta de Mantua, es decir, de Virgilio, el autor de Las Églogas o Bucólicas.  Para Lisandro “La Silva criolla”, en todo caso, tiene el mismo corte de la renombrada “Canción de la campana” del poeta Schiller.
            Lazo Martí, además de La Silva criolla, considerada como una de las poesías más geniales de nuestra literatura nacional, escribió Crepusculares, Patria la mestiza, Celajes, Sabanerito y Consuelo.  También incursionó en la política, como  en la guerra, al lado de Joaquín Crespo, de Ignacio Andrade y de la Revolución Libertadora.


            Cuando falleció alguien le escribió este epitafio: “Volarán de la playa del Caribe viajeras golondrinas a las pampas, y desde el ramaje de un árbol solitario, bajo el cielo, muy azul, en la sabana muy verde, dirán la nueva, y el viento la repetirá; en las lenguas sonoras de las rocas dirá la tierra su dolor; y en los peñales del cauce el agua cantará su tristeza.  Esto si la golondrina no llega tarde, porque el alma del poeta, al abandonar la miseria del cuerpo, no irá a despedirse de los gamelotales, de las cañas, de las manadas, de todo cuanto amó tanto y con lo que vivió en íntima sensación…”

lunes, 8 de agosto de 2016

CRUZ ROJA INTERNACIONAL




La Convención de Ginebra en la que participaron diecisiete países, fue la culminación de la idea y del esfuerzo emprendidos por el filántropo Henri Dunant para que se crease un organismo o institución de carácter mundial destinado a aliviar los sufrimientos humanos como consecuencia de las guerras o cualesquiera otras calamidades.
 La idea se prendió del filántropo suizo a raíz de la guerra de Lombardía en la que 40 mil combatientes quedaron sobre el campo implorando auxilio para sus heridas, imposible de serle suministrado por lo difícil del transporte y la falta de equipos y medicinas indispensables.
Sobre aquel cuadro terriblemente conmovedor, Dunant escribió y publicó el libro  “Un recuerdo de Solferino” en cuyas páginas volcó toda la emoción de su espíritu al relatar los cuadros de horror de los millares de heridos y enfermos abandonados después del combate. Allí sugería la celebración de una conferencia internacional dirigida a resolver el importante problema del cuidado de las víctimas de la guerra. Este libro fue acogido y aplaudido por toda la prensa europea y especialmente por la Sociedad de Servicio Público de Ginebra, la cual decidió tomar el Proyecto de Dunant bajo su tutela.
Así fue como nació la Cruz Roja Internacional, la cual funciona actualmente a través de dos organismos centrales: el Comité de la Cruz Roja Internacional con sede en Ginebra y la Liga de las Sociedades de la Cruz Roja con oficinas en Paris. Ambas coordinan sus labores mediante el intercambio de delegados, correspondiendo a aquella la iniciativa en tiempo de guerra y a la segunda en tiempo de paz.


 La Cruz Roja es respetada por todos los países civilizados y en caso de guerra todo beligerante reconoce como neutral cualquier sitio marcado con el benemérito emblema. Está prohibido usar la marca para  cubrir objetivos militares. La Cruz Roja tuvo su prueba de fuego en la guerra Franco – Prusiana, en 1.870, llegando a atender a más de 500 mil heridos y enfermos, salvando la vida a millares de ellos.

domingo, 7 de agosto de 2016

LA ARAUCANA



Alonso de Ercilla
Nacido en Madrid de familia vizcaína, el 7 de agosto de 1533, Alonso de Ercilla es conocido en el mundo de las letras por su famoso poema épico La Araucana publicado en dos partes. La primera en el año 1.569 y, la segunda, veinte años después. En esa hermosa pieza literaria, describe Ercilla la conquista de Chile por Pedro Valdivia y los sangrientos encuentros que tuvieron los atrevidos conquistadores con los  valientes araucanos.  El estilo es elevado, noble, pero poco esmerado y a veces algo prosaico. Sin embargo, hay en la obra versos admirables como este:
La fortuna es la fuerza de los brazos
Muertos podremos ser, más no vencidos
 Qué ningún mal hay grande, si es postrero. . .
Este poema que es entre de los de la lengua castellana, uno de los más famosos, fue escrito por el poeta en trozos de papel, cuero y  lienzo, entre los numerosos combates en los cuales participó. El poema combina hábilmente elementos históricos, poéticos y fantásticos, pero es en la descripción de las batallas donde sobresale más su pluma, así como en la pintura de los caracteres de los caudillos españoles y los héroes araucanos. Entre sus pasajes más famosos está la muerte de Caupolican, caudillo araucano considerado en Chile como el más genuino símbolo de la raza aborigen, su indomable valor, su natural inteligencia y su arraigado amor a la patria.
Alonso de Ercilla y Zúñiga permaneció en Chile durante ocho años, habiendo llegado a la edad de 22 años en la flota expedicionaria de Jerónimo de Alderate. De regreso a España, se desempeñó en algunas misiones oficiales y vivió lo suficiente para asistir al triunfo de su poema épico “La Araucana”.