jueves, 7 de noviembre de 2013

EL CREADOR DEL EJÉRCITO ROJO

El 7 de noviembre de 1879,  nació León Trotski , revolucionario y creador del Ejército Rojo de la Unión Soviética.
Pero tal no es su verdadero y legítimo nombre. Sus padres quisieron y así consta en los registros legales, que se llamara Leiva Davidovich Bronstein. Especialmente lo quiso su padre, un judío de Ucrania, quien pudo proporcionarle educación esmerada. Sus actividades políticas, sin embargo, lo llevaron a adoptar el seudónimo de León Trotski, con el que lo conoce la historia política de este mundo.
Trotski fue desde la edad de veinte años un fogoso revolucionario que se daba perfecta cuenta de la situación de su patria y de lo que él podría hacer para ayudar a levantarla. Muy pronto habrá de atraparlo la cárcel que en la época se instituía no sólo para los criminales sino también para los nacionalistas, para los patriotas. Fue deportado a Liberia, la que resultó campo abierto para sus aspiraciones de fuga, que cumplió exitosamente llegando hasta Suiza. En este país pequeño entra en relación con Lenin y toma parte activa y decidida en el movimiento revolucionario y huelguístico de Rusia, distinguiéndose como orador político y agitador  obrero.


A raíz de la segunda guerra mundial, Trotski fue deportado a España y de allí paso a Cuba y luego a Nueva York para regresar finalmente a Europa. Fue un gran aliado de Lenin y cuando la revolución bolchevique triunfó en Rusia, Trotski ocupó el Ministerio de Asuntos Exteriores y también el de la Guerra, cargo este último que le permitió crear el Ejército Rojo que jugó papel decisivo en la liquidación de las fuerzas reaccionarias opuestas a la revolución. Pero a la muerte de Lenin, Trotski se encuentra y tropieza con Stalin,  un gran enemigo que     lo persigue hasta la muerte y logra que el partido Comunista lo expulse.  Entonces Trotski  se refugia en el extranjero y sus últimos días acaban en México donde fue agredido y muerto por un comunista el 20 de agosto de 1940. Trotski fue además de político y revolucionario escritor fogoso y de grandes dotes.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

ABRAHAM LINCOLN

            El 6 de noviembre de 1860,  Abraham Lincoln asumió la Presidencia de los Estados Unidos. Su elección a la presidencia por los abolicionistas de la esclavitud, fue la señal de la guerra de secesión que duró cuatro años con el triunfo de los nordistas sobre los confederados.
            Lincoln que había ingresado al Partido Republicano de reciente creación, corrió temprano con la suerte de la nominación presidencial, no obstante haber fracasado como candidato al senado dos años antes. Tenía entonces 51 años de edad, era abogado y en 1837 había protestado contra las resoluciones adoptadas por la Cámara baja de Illinois en lo referente al mantenimiento de la esclavitud.  De manera que por esa circunstancia había obtenido la nominación pues esa era la bandera del Partido Republicano, la reivindicación antiesclavista.
            Realizó una campaña electoral exitosa, pero a costa de la separación de siete Estados del Sur partidarios del mantenimiento y expansión de la esclavitud.  Estos Estados se confederaron dando lugar a una guerra civil de ingentes proporciones que se agudizó cuando el Presidente Lincoln proclamó la emancipación de los esclavos, incluso en los territorios dominados por los confederados.
            En 1864, vencido su período, es reelegido Presidente de los estados Unidos y al siguiente año anuncia públicamente su proyecto de conceder el voto, si bien restringido, a la población negra. Ante la posibilidad de que los negros adquirieran el derecho a voto, John Wilkes Booth, un famoso actor, disparó a Lincoln en el Ford's Theatre de la ciudad de Washington el 14 de abril de 1865. El presidente murió al día siguiente, pero pasó a la historia como uno de los más grandes estadistas de Estados Unidos.  Su personalidad humanitaria, sus brillantes discursos como el pronunciado en el Cementerio de Gittisburg, y su habilidad política, garantizaron la unión e integridad de lo que es hoy el país más  próspero y desarrollado del mundo.

martes, 5 de noviembre de 2013

EL POETA LUIS CERNUDA





            El 5 de noviembre de 1963, dejó de existir súbitamente en la ciudad de México,

 Luis Cernuda,  uno de los más destacados poetas del siglo veinte y quien junto con Manuel Altolaguirre y Emilio Prados formó un trío característico de la nueva poesía española que se dio a conocer a fines de los años veinte.
            Cernuda salió de España en 1939, al terminar la guerra civil que estremeció a su patria, rumbo al extranjero para enseñar letras hispánicas, ya en la Universidad de Dolosa, en Francia, en las de Glasgow y Cambridge en Inglaterra o en la de Massachussets en Estado Unidos.
No obstante ser un poeta de imágenes surrealistas, se documentó ávidamente en la lección de los clásicos. Supo gustar el barroquismo de un Góngora y penetrar en las neblinas sub-conscientes de un Paúl Valery. Fue realmente un poeta aislado, es decir, un hombre solitario, aún cuando haya pertenecido a un grupo que resonó con los nombres de Prados, Aleixandre y Altolaguirre.
En un primer tiempo, Luis Cernuda, tuvo afinidades con el “valerismo”. De 1930 a 1940 siguió el surrealismo. Pero finalmente cuajó como poeta con acento profundo y exclusivo en “Ornas, el Alfarero”. En esas páginas, el poder de invención del poeta se eleva a la perfección: profundidad espiritual y lirismo extasiado se conjugan mientras el pensamiento filosófico quizás se enturbie o se ilumine removiendo el substratum de lo inconsciente. 


El poeta criticado de nihilista porque siempre negó el valor de los ideales políticos, religiosos y sociales afirmando la imposibilidad de distinguir entre la verdad y el error, murió solitario, sin familia, porque nunca se casó ni tuvo hijos ni parientes, sin patria, sin país, sin España. Murió sin que “sus lentos ojos” vieran “más el sur, de ligeros paisajes dormidos en el aire”.

lunes, 4 de noviembre de 2013

FUNDACIÓN DE LA LA UNESCO

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         El  4 de noviembre de 1946, se fundó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) con sede en la ciudad de Paris.
El principal órgano decisorio de la UNESCO es su Asamblea General, compuesta por representantes de los 181 estados miembros. La Asamblea General elige al director general y al comité ejecutivo que integran 51 estados miembros y se reúne dos veces al año para supervisar la puesta en práctica de las políticas bienales.
México y la República Dominicana fueron los primeros países latinoamericanos que formaron parte de la UNESCO y suscribieron su acta fundacional. La primera conferencia general se celebró en París, pero la segunda tuvo lugar en ciudad de México al año siguiente de su fundación.
El primer director general de la UNESCO fue el biólogo británico Julian Sorell Huxley (1946-1948). Le sucedió en el cargo el mexicano Jaime Torres Bodet (1948-1952), hasta entonces secretario de Relaciones Exteriores de su país. Los siguientes directores generales han sido los estadounidenses John W. Taylor (1952-1953) y Luther Evans (1953-1958), el italiano Vittorino Veronese (1958-1961), el francés René Maheu (1961-1974), el senegalés Amadou-Mahtar M’Bow (1974-1987) y el español Federico Mayor Zaragoza (1987- ), quien, desde su nombramiento y posterior reelección en 1993, apostó por el reto de la globalidad y la complejidad, aplicados al mundo de la cultura y del desarrollo educacional.


 Las prioridades principales de la UNESCO son conseguir educación para todos, establecer una cultura de la paz a través de la educación, promover la libre circulación de información entre los países y la libertad de prensa, proteger el patrimonio natural y cultural y defender la expresión de las identidades culturales. Las cuestiones a las que se da prioridad son la educación, el desarrollo, la urbanización, la población, la juventud, los derechos humanos, la igualdad de la mujer, la democracia y la paz. Las políticas de sociedad y de ciencias sociales de la UNESCO dan prioridad a los problemas de los jóvenes, que son las primeras víctimas del desempleo, a las desigualdades económicas y sociales, y a la creciente disparidad entre los países en vías de desarrollo y los países desarrollados.

domingo, 3 de noviembre de 2013

INDEPENDENCIA DE PANAMA


I

Panamá que recuerda el 3 de noviembre de 1903 como el día solemne de su independencia y a Tomás Herrera como héroe nacional, bajo el candor de su flor nacional la Orquídea del Espíritu Santo, es una república que comprende el istmo de su nombre, situada en la América Central.
Ese pedazo de América entre el Mar Caribe y el Pacífico, se extiende sobre una superficie de 75.517 kilómetros cuadrados poblada por más de tres millones de habitantes. Al principio fue poblada por los chibchas, los caribes y los chocoes. Luego, del descubrimiento vinieron Rodrigo de Bastidas, Vasco Núñez de Balboa. Era tierra conquistable y, por lo tanto, el Rey, en 1508, resolvió colonizarla. Se creó la Real Audiencia de Panamá, posteriormente se anexó al Virreinato de Nueva Granada.
Panamá prosperó rápidamente y gozó de fama y esplendor hasta 1671 que los piratas de ultramar la pusieron en la mira. Entonces era llamada la “Copa de Oro” y con esa copa quiso emborracharse hasta la saciedad el pirata Enrique Morgan, que terminó incendiándola.
En noviembre de 1821, Panamá se incorporó con el nombre de Departamento del Istmo a la nueva República de Colombia creada en Angostura por el Libertador Simón Bolívar; pero años más tarde, el General Tomas Herrera encabezó un movimiento para emancipar a su patria, del que surgió el Estado Libre de Panamá, que presidió durante trece meses, al cabo de los cuales hubo que retroceder ante una amenaza exterior.
Pero el sentimiento de independencia persistió hasta materializarse el 3 de noviembre de 1903, cuando los panameños al unísono proclamaron su soberanía bajo la protección de Estados Unidos que aspiraba en contra de la posición colombiana la firma de un tratado para la construcción de una canal a través del istmo lo cual se materializó en 1914 cuando fue inaugurado con honda repercusión siempre en la vida económica, social y política de los panameños.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Noviembre / DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Primero de Noviembre.- La Iglesia Católica consagra el día de hoy a la fiesta de todos los Santos, de aquellos seres humanos a quienes la religión considera liberados de toda culpa y, por lo tanto, cercanos al Ser Supremo. La santidad es sinónimo de perfección y a ella se llega por el mismo afán de ser perfecto y cuando es profundamente sincero, vocacional y suele alcanzar un grado heroico.
En los primeros tiempos del cristianismo sólo se consideraban santos aquellos perseguidos y martirizados por sostener y defender la doctrina de Jesús, pero luego del siglo décimo solo se consideraron tales, aquellos beatificados o canonizados por la Santa Sede Apostólica.
La Iglesia Católica hoy en día medita y procede con extremado cuidado cuando se trata de otorgar esa suprema dignidad. No basta con hacer buenas obras ni realizar una verdadera labor de apostolado sino que es indispensable comprobar que en el alma de aquella persona habitó la gracia divina de Dios y que fue capaz de realizar milagros. Los hechos milagrosos son estudiados cuidadosamente y solo son considerados como tales cuando la ciencia profana se manifiesta impotente para descifrarlos en su origen.
La Iglesia prohíbe la adoración de los Santos, sólo admite la veneración y ella se practica en las iglesias católicas, rusa, ortodoxa y anglicana. Se considera que los Santos por su estado de pureza constituyen el puente entre Dios y las almas en estado de plegarias. Esta concepción doctrinaria de la Iglesia fue violentamente atacada por la Reforma de Lucero que basó sus acusaciones en “La venta de indulgencias y en el culto fetichista” del que se hicieron objeto  determinadas imágenes. Sin embargo, La veneración de los santos tiene su origen en las Sagradas Escrituras, según las cuales es el camino cierto y seguro para llegar a la divinidad.