jueves, 8 de mayo de 2014

LA CRUZ ROJA

           8 de mayo de 1864,día internacional de la Cruz Roja, por lo que en  Venezuela como en otros ochenta o más países del mundo celebran la fecha rindiéndole particular tributo de admiración y reconocimiento  a su fundador, el filántropo suizo Jean Henri  Dunant.

            Porque fue él, Dunant, quien la motorizó y propuso en la Convención Internacional de Ginebra el 8 de mayo de 1864, horrorizado por los horrores de la guerra y su ingente secuela de destrucción y víctimas
            La Cruz Roja en sus comienzos se limitaba a aliviar los sufrimientos de las víctimas de las guerras, pero progresivamente ha venido extendiendo su humanitaria misión en los tiempos de paz a los países que la necesitan.
            Cuando ocurre una catástrofe en algún punto de la tierra, inmediatamente se hacen presentes las sociedades de otras naciones y cooperan en todas las formas de socorro posibles: medicina, alimentos, equipos de asistencia médica con profesionales, auxiliares de enfermeras, ropas, tiendas de campañas, dinero y demás requerimientos de emergencia.
            En la actualidad existe un centenar de sociedades de la Cruz Roja y unos 200 millones de miembros. Todos unidos en una intensa y constante lid contra el egoísmo y la indiferencia que devoran al mundo, reafirmando cada año por este día el propósito de luchar contra el sufrimiento y las miserias que oprimen a la humanidad.
            Venezuela quedó incorporada formalmente a la Convención de Ginebra, el 9 de julio de 1894, mas es sólo el 30 de enero de 1895, cuando se funda oficialmente bajo la presidencia de  Vicent Kennett Barrigton.
            Debido a la pobreza del gobierno en materia de fomento y preservación de la salud, la Cruz Roja Venezolana partir de 1919 tuvo que asumir papeles distintos a sus objetivos primarios y convertirse, como  ha sido hasta ahora, en organismo gestor de salud y de todos los problemas colaterales.  El mejor ejemplo es Ciudad Bolívar, donde desde comienzos de siglo ha estado presente la institución como gestora de sanidad y asistencia social.  
           

miércoles, 7 de mayo de 2014

CONSERVATORIO DE BELLAS ARTES

            El 7 de mayo de 1868,  el músico, jurista, periodista y político, Felipe Larrazábal Betancourt, fundó en Caracas el Conservatorio de Bellas Artes, cuyo objeto principal era el estudio del piano, algo fundamental en la educación musical de la Venezuela del siglo diecinueve.
            Felipe Larrazábal pertenecía al movimiento musical romántico junto con  Ramón Delgado Palacios, Teresa Carreño, José Ángel Montero y Federico Villena,  director de la Banda Dalla Costa de Ciudad Bolívar  en 1865 y quien compuso más de 300 obras en todos los géneros.
            Los musicólogos consideran a Felipe Larrazábal como el primer romántico de su  época, tanto por su calidad como por el momento histórico vivido en medio de la turbulencia política.  Sus composiciones escaparon del romanticismo menor en decadencia de la burguesía caraqueña de la segunda mitad del siglo diecinueve.  Se esmeró en cultivar la sonata para piano y la música de cámara, representada por un “Cuarteto”, un “Quinteto” y 5 “Tríos” para piano, violín y violonchelo, de los cuales sobresale el Op. 138 No. 2, considerada como la composición más importante de todo el siglo diecinueve en Venezuela.
            Felipe Larrazábal nació en Caracas el 31 de julio de 1816, en plena guerra de Independencia, cuando sus padres debieron emigrar a Madrid donde inició los estudios musicales que continuaron en Caracas junto con los estudios de Derecho, a partir de 1830, año del retorno a Venezuela.


            En 1840 entró de lleno a la política, formando parte del grupo fundador del Partido Liberal.  Escribió encendidos artículos, fundó varios periódicos de corte político.  Estuvo al lado de Antonio Leocadio Guzmán y luego de su hijo el Presidente Antonio Guzmán Blanco, a quien termina adversando junto con el fusilado Matías Salazar.  Fue el primero en recopilar los escritos del Libertador y murió exiliado, y ahogado el  23 de noviembre de 1873 al naufragar el barco donde viajaba de Curazao a Nueva York.

martes, 6 de mayo de 2014

SIGMUND FREUD

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Este médico psiquiatra que revolucionó la ciencia con su teoría y método del psicoanálisis, nació en Austria el 6 de mayo de 1856, del seno de una familia de origen judío y su profesión  comenzó a ejercerla en un hospital para enfermos nerviosos de la ciudad de Paris.
De sus observaciones profundas emergió su famosa técnica del psicoanálisis.   Freud observó que para desenmascarar el inconsciente disfrazado de neurosis, bastaba con ayudar al enfermo a mirar dentro de sí mismo, partiendo de la base de que éste siempre sabe cuál es el origen de su mal, aunque ignora que lo sabe.  Para ello se valió de los actos fallidos, de la libre asociación y de la interpretación de los sueños.  Esto último es sumamente revelador, puesto que los sueños son, en ante todo, la realización de nuestros deseos inconfesados y rechazados en lo inconsciente.
Freud escribió  “Interpretación de los sueños”, texto con el cual virtualmente surge el Psicoanálisis,  que al principio sólo perseguía comprender algo de la naturaleza de las enfermedades nerviosas con miras a su tratamiento.
Los neurólogos de la época de Freud  habían sido formados en la sobreestimación de los hechos químicos y patológico-anatómicos.  Con el factor psíquico no sabían qué hacer.  No podían aprehenderlo.  Lo abandonaban a los filósofos, a los místicos, a los curanderos y, por lo tanto, no se arrojaba luz en los secretos de las neurosis.


Las teorías de Sigmund Freud fueron muy combatidas durante su época y para justificarlas escribió una serie de obras admirables por su penetración y originalidad, entre las que  destacan, además de la citada, “Psicopatología de la vida cotidiana”,  “Tótem y Tabú”  “Más allá del principio del placer” y  “Moisés y el monoteísmo”. Freud murió en Londres.  Había sido expulsado en 1938 por los nazis que invadieron su patria.

lunes, 5 de mayo de 2014

NAPOLEON

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            El 5 de mayo de 1821, falleció en la isla de Elba, Napoleón , continuador de la Revolución Francesa, aún con el error de coronarse Emperador.  Con ese título conquistó la mayor parte de Europa y se encumbró como uno de los más grandes militares de todos los tiempos, lo que no fue suficiente para perder la Batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815, que señaló el camino de su caída.
            En Angostura, donde vinieron a parar muchos corsos (Napoleón era de Córcega), la noticia se supo en octubre de 1821 a través del Time de Londres.  El Correo del Orinoco reprodujo la nota sobre la muerte de Bonaparte y dice que este suceso tuvo lugar 10 minutos antes de las seis de la tarde del 5 de mayo.
            Informa que la penosa enfermedad del ex Emperador duró seis semanas y que los efectos del mal lo redujeron a un esqueleto viviente, perdidos los rasgos de sus facciones anteriores.         Habiéndosele examinado después de su muerte, los médicos encontraron su estómago en un estado de extrema ulceración.
            Así terminó, en destierro y en prisión, “la vida más extraordinaria que se ha conocido en la historia política. Las vicisitudes de una vida semejante presentan las mejores lecciones que la historia puede suministrar”


            Luego de hablar de la crisis política que  favoreció la llegada al poder de Napoleón hasta hacerse soberano o Emperador, el Correo del Orinoco  pregunta y reflexiona: “¿cómo podía ese pupilo de la escuela militar ejercer las funciones de la soberanía?  Un oficial no tiene idea de poder dividido: su patriotismo es el amor de la tropa y de su profesión.  El obedece órdenes y las da, pero en ambos casos son órdenes absolutas.  Háblele de deliberación, de debate, de libertad de obrar, de hablar aun siquiera de opinión, y encontraría que todo cuerpo accesible a estos privilegios debe caer en confusión y ser destruido inmediatamente.  De cualquier pretexto  que Bonaparte se haya valido, aun cuando haya apoyado al partido jacobíno, el sólo ha querido alcanzar el poder supremo”.

domingo, 4 de mayo de 2014

LA AMERICA DIVIDIDA



            En disputa España y Portugal por los vastos territorios descubiertos en dirección a occidente, acudieron al para entonces Papa Alejandro VI a fin de que sirviera de árbitro en el conflicto.
            Tratándose de dos naciones eminentemente cristianas, el Papa accedió al pedimento y el 4 de mayo de 1493 decretó en una bula que España y Portugal compartieran las empresas marítimas y, en tal sentido, estableció una línea de demarcación, la que un año después quedó modificada por el Tratado de Tordesillas.
            Esta nueva línea modificada por el Tratado de Tordesillas, suscrito en la villa castellana del mismo nombre, 7 de julio de 1494, por los Reyes Católicos, de España,  y Juan II de Portugal, fijaba los límites de ambos imperios coloniales partiendo de norte a sur del Océano Atlántico, a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.  Todas las tierras que se descubrieran al Este de esta línea corresponderían a Portugal, y las situadas al Oeste de la misma, corresponderían a España.
            Diez años después del descubrimiento de América, los españoles habían reconocido gran parte de las islas y costas continentales del Mar Caribe y el Golfo de México, pero al mismo tiempo los portugueses exploraban hacia el Sur, y bajo la protección de Francia e Inglaterra, otros navegantes encontraban nuevas tierras por el Norte.
            De las potencias europeas que participaron en la conquista del continente americano fue España la que mejor cuidó de sus posesiones y gracias a la acción civilizadora de sus misioneros logró establecer bases y lazos muy firmes.


            Sin embargo, la Revolución norteamericana y la invasión de España por Napoleón favorecieron a la larga la autonomía e independencia de todas las naciones que conforman hoy el vasto territorio de América.

sábado, 3 de mayo de 2014

NICOLÁS MAQUIAVELO

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Político, diplomático y escritor de la época del Renacimiento, cuyo nombre a través de los tiempos ha adquirido la connotación de habilidad y astucia, por la trascendencia en el campo político de “El Príncipe”, libro amoral donde resalta su teoría o método para obtener y conservar el Poder.

Nicolás Maquiavelo, nacido en Florencia el 3 de mayo de 1469, descendía de patricios florentinos y desempeñó delicadas funciones diplomáticas después que su patria se proclamó república.
En el curso de sus misiones diplomáticas dentro de Italia, entonces dividida, conoció a muchos gobernantes, de los que aprendió sus tácticas políticas, en especial la del eclesiástico y militar César Borgia, hábil y pérfido, que entonces trataba de unificar a Italia, extendiendo sus posesiones.
En 1512, cuando los Medicis recuperaron el poder en Florencia y la proclamada república se desintegró, Maquiavelo fue privado de su cargo y encarcelado durante un tiempo por el delito de conspiración. Luego de su liberación se retiró a sus propiedades donde escribió tratados políticos importantes.
Entre estas obras importantes figuran “Discurso sobre la primera década de Tito Livio”, “Historias florentinas”, “El arte de la guerra”, “Vida de Castruccio Castracani” y “El Príncipe”, escrita esta última en 1513 y publicada en 1532. En ella sostiene que las normas de la política práctica se aparatan de las establecidas para la ética, por lo que los actos y resoluciones del gobernante deben inspirarse en motivos de orden político, sin consideración a los conceptos del bien y del mal.
“¿Es mejor ser amado que tenido, o al revés? Se pregunta Maquiavelo, y su respuesta es que sería deseable ser ambas cosas, pero como es difícil que las dos se den al mismo tiempo, es mucho más seguro para un príncipe ser temido que ser amado, en caso de tener que renunciar a una de las dos”. Desde su punto de vista, el gobernante debería preocuparse sólo del poder, y solo deberían rodearse de aquellos que le garantizan el éxito en sus actuaciones políticas.

viernes, 2 de mayo de 2014

LEONARDO DA VINCI

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Leonardo da Vinci, uno de los más grandes artistas del renacimiento, pasó sus últimos años en Francia, en la corte de Francisco Primero, y allí murió, en el castillo de Clux, cerca de Ambroise, el 2 de mayo de 1519. Había nacido el 15 de abril de 1452 en el toscano pueblo da Vinci.
Era hijo de una campesina y de un notario de Florencia, centro artístico e intelectual de Italia. Estudió arte en el taller de Andrea Verrocchio, figura principal de su época en el campo de la pintura y la escultura. De allí emprendió su gran aventura por el mundo de la pintura, la escultura, la arquitectura, la ingeniería y la ciencia.
Sus innovaciones en el campo de la pintura determinaron la evolución del arte italiano durante más de un siglo después de su muerte y sus investigaciones científicas, especialmente en las áreas de la anatomía, la óptima y la hidráulica, anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna.
Entre las obras famosas de Leonardo figuran sus dos versiones de la Virgen de las rocas, donde utiliza por primera vez la técnica del sfumato, realizadas durante su estada en Milán al servicio de Ludovico Sforza, como ingeniero de numerosas empresas militares; la Gioconda, también conocida como la Mona Lisa, que sobresale tanto por sus innovaciones técnicas como por el misterio de su legendaria sonrisa.; la Adoración de los Magos, donde introduce una nueva forma de composición y La Ultima Cena, considerada su obra maestra, con claras innovaciones estilísticas.
Los proyectos escultóricos como arquitectónicos de Leonardo nunca fueron finalizados, pero la forma tridimensional completada a través de sus dibujos demuestra su maestría.
Leonardo da Vinci vivió también en Roma entre 1514 y 1516, bajo el mecenazgo de Giulano de Medicis, hermano del Papa León X. Se alojaba en el Palacio Belvedere en el Vaticano, ocupándose fundamentalmente de experimentos científicos y técnicos.