jueves, 18 de julio de 2013

F E B R E R O


GERTRUDIS DE AVELLANEDA
            1º de febrero de 1873, murió en Madrid la poetisa y escritora cubana, Gertrudis Gómez de Avellaneda. La muerte de su padre deparó segundas nupcias a su madre y a ella un padrastro hostil con el que fue imposible convivir.  De manera que debió viajar a España para crecer bajo el sol resplandeciente de Andalucía. Sus estudios, dedicación y gran vocación poética la convirtieron en una mujer excepcional, ataviada de atractivos físicos y dotada de una fina sensibilidad.
Gertrudis de Avellaneda, no obstante haber nacido en Cuba, es catalogada como poetisa española, tanto así que el novelista y crítico español Juan Valera la llamó la “Corina Española” al decir que “no tiene ni tuvo rivales en España, y sería menester, fuera de España, retroceder hasta la edad más gloriosa de Grecia, para hallarle rivales en Sefo y en Corina”.
            Era todavía una niña que nada sabía de métrica, cuando la “Divina Tula”, como más tarde fue llamada también Gertrudis Gómez de Avellaneda, compuso éstos sus primeros versos rebozantes de gran ternura y maestría innata: “Canto como canta la ave /  como las ramas se agitan /  como las fuentes murmuran /  como las aguas suspiran /  que yo al cantar sólo cumplo / la condición de mi vida”.
            La vida de esta fecunda poetisa admiradora de Víctor Hugo, Lamartine y Byron, transcurrió entre trusinfos literarios y pesares domésticos, paliados por los elogios y admiración de la crítica más alta, que la conceptúa como uno de las más  grandes líricas de la literatura femenina. Sufrió por su primer amor; se agudizó su dolor por la muerte de su segundo amor muerto en un lance personal en defensa de ella y  puede decirse que murió por su tercer amor, el  que le negó un hijo, el hijo que habría de morir infante. 

PALESTRINA
2 de febrero de 1594, a la edad de 68 años, murió en Italia Juan Pierluigi de Palestrina, reformador de la música clásica..
En la ciudad de Palestrina, cercana a Roma, célebre por sus famosas ruinas y el gran templo de la Fortuna, nació casi a comienzos del siglo XVI Juan Pierluigi, destinado por la vocación, la constancia sin par y el trabajo ardoroso, a convertirse en el Príncipe de la música religiosa.
Palestrina, llamado así no porque sus ascendientes le hayan dejado ese apelativo, sino porque así quisieron identificarlo mejor quienes consideraban que un gran músico y compositor como Pierluigi era digno de llevar al lado de su nombre el de una ciudad antigua y célebre como Palestrina. Y Palestrina se quedó hasta sus últimos días y posteriormente cuando es justo y menester rememorar que fue el máximo representante de la música religiosa y católica que la ennobleció con un espíritu y una modalidad completamente originales.
Palestrina, siendo muy joven, gozó del favor del Papá Julio III, quien lo nombró maestro de la Capilla Julia en la Basílica de San Pedro. Más tarde Palestrina habría de agradecer al Papa este honor dedicándole su “Primer Libro de Misas”. Luego pasó a la Capilla Sixtina donde permaneció encargado del Coro hasta la muerte de Marcelo II, sucesor de su protector, pero el Papa Pablo IV, al ascender al trono pontificio, lo destituyó, pasando diez años ausente del Vaticano.
El Papá Pablo IV emprendió una reforma fundamental de la música religiosa, estancada en los antiguos cánticos del ritual, designando ocho cardenales para cumplir la formidable tarea. Palestrina tomó parte en este movimiento con tres misas, entre las que se encuentra su obra maestra, la Misa del Papa Marcelo II, adoptada después como modelo para las misas cantadas. Palestrina escribió 950 composiciones.
Se recuerda hoy también el fallecimiento  del filósofo Bertrán Russell, quien durante su vida fue una figura muy discutida, pero innegablemente una de las grandes cabezas de este siglo. Murió a la edad de 97 años. Matemático, filósofo,  escritor, Russell nunca cesó en su lucha para salvar a la humanidad del holocausto que opinó significaría una guerra nuclear. Escribió más de 40 obras y ganó el Premio Nobel de Literatura. (amerfer@cantv.net)
La Nota de hoy-----Américo Fernández
CONFERENCIA DE YALTA
A fines de la Segunda Guerra Mundial que costó a la humanidad más de 12 millones de muertos, específicamente el 3 de febrero de 1945, se celebró en la ciudad soviética de Yalta la célebre Conferencia de los Tres Grandes dirigentes del mundo para acordar todo lo concerniente a la derrota y toma de la Alemania nazi
Yalta, ciudad de Rusia, está situada sobre el Mar Negro, en la costa meridional de la península de Crimea, tiene más de 30.000 habitantes y en ella se halla el antiguo Palacio que servía de residencia de verano a los zares. En esa célebre ciudad rusa se reunió del 3 al 11 de febrero la histórica Conferencia entre el Presidente Roosevelt, de los Estados Unidos, el primer Ministro Winston Churchill, del Reino Unido, y el primer ministro ruso Mariscal  José Stalin. Recuérdase que aún no se había lanzado la bomba atómica sobre Hiroshima. Para la fecha culminante de esta gran guerra, tropas de los Estados Unidos hacían contacto con las fortificaciones exteriores de Berlín.
Los mandatarios de las tres potencias mencionadas llegaron a Yalta acompañados de sus respectivos séquitos diplomáticos y militares y después de nueve días de conversaciones convinieron en acordar planes militares que culminarán con la derrota de Alemania, las medidas para la ocupación de su territorio y las reparaciones que se le exigirían. Se acordó también convocar a una conferencia general en San Francisco de California, en el mes de abril del mismo año 1945, para crear la organización internacional de las Naciones Unidas que hiciera posible en el futuro la preservación de la paz.
Se adoptaron otros acuerdos, entre ellos, las reparaciones de guerra que debían pagar las naciones vencidas; cambios territoriales y políticos de pos-guerra, especialmente en Polonia y Yugoslavia y, finalmente, el juicio y castigo de los criminales de guerra.  

 Cromwell disuelve el Parlamento inglés
             4 de febrero de 1658, Oliverio Cromwell, entró al Parlamento inglés y lo disolvió por la fuerza pronunciando las siguientes palabras: “El Señor se ha cansado  de vosotros y escogido otros instrumentos para realizar su obra”.
            La fuerza y autoridad de Oliverio Cromwell se hizo patente dentro del Estado inglés en la revolución de 1648 cuando la mayoría del Parlamento se decidió a poner término a los abusos de la realeza. Era entonces Rey de Inglaterra, Carlos I, quien al término de la lucha contra el Parlamento y el Ejército fue condenado a muerte y decapitado en medio de la consternación del pueblo que quería una monarquía limitada.
            La revolución de 1648 puso el gobierno en manos de Oliverio Cromwell, quien mandaba el ejército organizado para defender los fueros parlamentarios. Cromwell, inmediatamente abolió la monarquía y estableció la República. El Poder Legislativo quedó a cargo de la Cámara de los Comunes y la de y la de los Lores fue suprimida, mientras el poder ejecutivo fue confiado a un Consejo de Estado del cual formaba parte Cromwell.
            El sistema republicano fue de escasa duración y sobrevino un conflicto entre el Ejército y el Parlamento al pretender este último licenciar las tropas pues la guerra había terminado. De este nuevo conflicto aprovechó Cromwell para disolver tal día como hoy el Parlamento y expulsar a los diputados después de una escena violenta en que los acusó de inmorales y de ser gente de las cual el Evangelio se avergonzaba. Con este hecho se inició la dictadura de Cromwell apoyado por el ejército. Un Consejo de oficiales lo revistió de la autoridad de Lord Protector, con facultades más extensas que la de la monarquía. Gobernó tiránicamente, pero su política exterior favoreció los intereses de su patria. Comwell murió triste y apegado a su tiranía sin lograr consolidar el único ensayo republicano que se ha hecho en Inglaterra.



Día de la Constitución mexicana.
            La República de los Estados Unidos de México señala en su calendario oficial el día 5 de febrero como feriado, en memoria de la Constitución que acabó desde el 5 de febrero de 1857 con los privilegiados del clero y del ejército.
            Fue a raíz de la caída del general Santa Anna contra el cual se sublevó el coronel Villarreal y proclamó el Plan de Ayitla que Banito Juárez, Ministro de Justicia, animó con su sapiencia y espíritu de gran patriota. Esta Constitución, más democrática que  la de 1824, suscitó la llamada Guerra de los tres años que terminó con la  victoria liberal de Calpulalpan.
            Pero es la Constitución de 1917, publicada también  un día como hoy, la que tiene para los mexicanos un significado más progresista debido a su carácter democrático y anti-imperialista.
            Según esta Constitución, los Estados Unidos Mexicanos integran una nación que se rige por un gobierno republicano, democrático y federal mediante los tres poderes clásicos del Estado: el Legislativo que comprende la Cámara de Diputados y del Senado. El Ejecutivo que lo ejerce el Presidente de la República, elegido para un período de seis años, asistido por  13 Secretarías de Despacho y dos Jefes de Departamentos. Y el Poder Judicial formado por la Suprema Corte de Justicia, con los Tribunales de Circuitos, Juzgados de Distritos y el Ministerio Público Federal. La Constitución de 1917 tiene un gran significado histórico para México, sobre todo porque a diferencia de las Constituciones de 1824 y 1857, se declaran por primera vez en la historia de esa nación, las libertades democráticas y esenciales reformas económicas.
            Antes y después de entrar en vigor la Constitución de 1917, el Gobierno mexicano dictó decretos que atribuía efectos retroactivos al Artículo 27 de esa Ley que permitió la nacionalización y control más efectivo y directo sobre la explotación e industria petrolera. 

EL TESORO DE CHAPITA
            6 de febrero de 1963, se dio a conocer al mundo a través de las fuentes internacionales de información que la Embajada de la República Dominicana en Francia había reivindicado el misterioso tesoro del ex – dictador Rafael Leonidas Trujillo. El inmenso tesoro estaba encerrado en enormes cajas dentro de un guarda-muebles parisiense.
            Fue recuperado como patrimonio nacional de la República Dominicana por el entonces Embajador de ese país en Francia, Velásquez Hernández, a través de una denuncia contra la familia del ex – dictador, por robo y ocultación de objetos. En esa  oportunidad el Gobierno dominicano acusó especialmente al primogénito del General Trujillo (Ranfis) quien se hallaba a la sazón en Suiza, de haberse apropiado ilegalmente de 90 millones de dólares que fueron transportados en el mes de noviembre de 1961, meses después del asesinato de Chapita, a bordo del yate “Angelita”, cuyo lujo era astronómico.
            A raíz de la  muerte del ex – dictador, se supo que todo Santo Domingo le pertenecía. En efecto, además de la prensa, la radio y la televisión, Trujillo  tenía virtualmente el monopolio de la cerveza, la sal, los mataderos, el azúcar, el cacao, el café, sin contar con el monopolio de hecho ejercido sobre los bancos, las compañías aéreas. La familia Trujillo poseía igualmente un tercio de las tierras cultivables de la isla. Las riquezas en muebles e inmuebles acumuladas por el dictador durante un cuarto de siglo de dominación, se calculó en 800 millones de dólares.
            Rafael Leonidas Trujillo, quien gobernó a la República Dominicana como dictador absoluto durante tres decenios ostentando el pomposo título de Generalísimo del Ejército, fue asesinado el 30 de mayo de 1961 por un grupo de militares.

LA MUERTE DEL PAPA PÍO IX
           7 de febrero de 1878, a la prolongada edad de 86 años, dejó de existir el Papa Pío Nueve. Murió en su morada del Vaticano en Roma, bajo prisión voluntaria que se había impuesto por hondas diferencias con el Gobierno italiano.
            El Pontífice romano había ascendido al trono de San Pedro en 1846 y durante su largo pontificado reformó el sistema de gobierno del Estado Pontificio, proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción, el de la infalibilidad del Papa y realizó el concilio del Vaticano.
            Pío IX era hijo de una noble familia de Ancona, se ordenó sacerdote en 1819 y en 1840 fue nombrado Cardenal. Subió al trono luego de la muerte de Gregorio XVI. Pero dos años después de su coronación empezaron los trastornos para su pontificado. El pueblo italiano realizó manifestaciones contra el Papa porque éste no se parcializaba a favor de Austria en la guerra del Piamonte.
            Las manifestaciones alentadas por el Gobierno hicieron la vida imposible al Papa y la situación del Vaticano se agravó con la confiscación de las propiedades pontificias y la pérdida de sus poderes temporales.
            El Papa tuvo entonces que refugiarse en Gaeta. Desde aquí vio proclamarse la República Romana, pero los franceses pusieron fin a este nuevo estado romano y restableció al Papa en su sede. Roma pasó a ser entonces capital de Italia, Pero Pío IX se negó a reconocer al nuevo gobierno de Italia y rechazó todos los ofrecimientos para llegar a un acuerdo, encerrándose a partir de entonces como prisionero en el Vaticano.
            Desde esta prisión voluntaria, Pío IX trabajó afanosamente por el fortalecimiento de la religión y convocó el Concilio Vaticano, después de tres siglos que este no se celebraba. 

EL FABULOSO JULIO VERNE
           En la ciudad francesa de Nantes, a 398 kilómetros de Paris, nació el 8 de febrero de 1828, el  autor del “Soberbio Orinoco”.
El famoso novelista Julio Verne empezó su vida de escritor desde que era estudiante de Derecho en la Universidad de Paris. Entonces escribía libretos para óperas cómicas. Era un simple comediógrafo sin mayores perspectivas de éxito.
            Ansioso de triunfar con algo distinto de las comedias y llegar hasta lo que él más quería, la juventud, Julio Verne ensayó su primera novela que publicó en una revista cultural. Esta novela “Cinco semanas en Globo”, le dio renombre instantáneo y un contrato por veinte años que aseguró la edición de sus obras.
            Luego, dentro de este género científico–geográfico, escribe y publica con desbordante éxito: Veinte mil leguas de viaje submarino, La vuelta al mundo en ochenta días, De la Tierra a la Luna, la Isla Misteriosa, Viaje al centro de la Tierra, Los hijos del capitán Grant, Miguel Strogoff, El Soberbio Orinoco y otras obras que vislumbraron con sorprendente acierto los descubrimientos que el progreso científico habría de darle al mundo civilizado.
            En sus novelas, escritas en un estilo directo y ameno, Julio Verne se anticipó a describir un mundo de inventos y aplicaciones tecnológicas: naves submarinas y aéreas, automóviles, proyectiles lunares que en su época parecían fantasías, pero que a través del tiempo se han convertido en realidad irrefutable.
            Según los críticos, el mérito mayor de las obras de Verne está en haber cautivado ardorosamente a la juventud. Y es preciso recalcar que con ese amor y devoción escribía el fantástico novelista. Tanto así que al escribir, corregía inmediatamente después cada frase “a fin de no sufrir –dijo una vez– que se escape de mi pluma siquiera una línea que los jóvenes, para quienes escribo y a quienes tanto amo, no puedan leer”. 


ALVARO DE BAZAN
HEROE DE LEPANTO
 9 de febrero de 1588, murió Alvaro de Bazán, recio Almirante hispano, Marqués de Santa Cruz y héroe de la batalla de Lepanto donde el escritor Miguel de Cervantes quedó manco.
            “El fiero turco de Lepanto / Y en la tercera el francés / Y en todo el mar el inglés / Tuvieron de verme espanto / Rey servido y patria honrada / Dirá mejor quien he sido / Por la cruz de mi apellido / Y por la cruz de mi espada”.
            Así reza sobre la tumba del Gran Almirante español y marqués de Santa Cruz, este inimitable epitafio escrito por Lope de Vega. Resume la vida y el denuedo de un hombre del siglo dieciséis que luchó contra turcos, franceses e ingleses. Se llamó Alvaro de Bazán, marino desde los dieciocho años, promotor y héroe de la histórica batalla de Lepanto ocurrida 17 años antes de su muerte.
La batalla naval de Lepanto, librada en aguas del mediterráneo oriental, fue dirigida por Bazán junto con el genovés Andrea Doria y en la misma  luchó Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Quijote de la Mancha, y quien resultó herido en la mano izquierda y recibió por ello el apodo de “El manco de Lepando”.
Las causas que terminaron la Batalla de lepando fueron entre otras la amenaza constante de los turcos por invadir toda la Europa cristiana, lo que obligó al Papa Pío V a instar a las potencias católicas para que organizaran una poderosa flota capaz de hacerle frente y derrotarlos.
España, Venecia, Génova, Saboya y Malta, formaron lo que se conoció con el nombre  de la “Santa Liga” y reunieron una flota de 300 buques al mando de Juan de Austria, hermano natural de Felipe II, rey de España. La escuadra turca tenía un número mayor de naves y era dirigida por Alí Bajá. La victoria fue para los cristianos, quienes al cabo de un día entero de feroz lucha, hundieron 80 naves otomanas, capturaron 120 e hicieron prisioneros a 5.400 turcos. Con esta victoria naval el peligro musulmán quedó alejado definitivamente del Occidente europeo.  

EL FUNDADOR  DE LA FILOSOFÍA MODERNA

          10 de febrero de 1650, a la edad de 54 años, murió en Estocolmo el fundador de filosofía moderna, Renato Descartes.  Falleció fuera de su patria. Había nacido en la ciudad de La Haye, Francia, de una familia noble. Cuando acaeció su muerte atendía una invitación de la reina  Cristina de Suecia.
            Renato Descarte fue militar y estudió Derecho. Fue fundamentalmente educado por los jesuitas bajo la filosofía escolástica a la cual le declaró más tarde la guerra. “La verdad –decía Descartes– puede investigarse por la luz natural, que sin el auxilio de la religión ni de la filosofía  es capaz  de determinar lo que el hombre debe pensar en todos los casos que puedan presentárseles en la vida, y penetrar en los secretos de las ciencias más curiosas”.
            Descartes fue matemático y por la práctica de las ciencias puras adquirió el rigor de espíritu, la confianza en la razón y la necesidad de claridad y evidencia que constituyen los principios de su reforma filosófica. Su método, denominado cartesianismo, se resume en la frase  siguiente: “Para llegar a la verdad es preciso en un momento dado desembarazarse de todas las opiniones recibidas, y reconstruir desde los cimientos”.
            La filosofía de Descartes constituye el punto de partida del pensar filosófico moderno y está movida por el afán de hallar un método que haga posible el llegar a certidumbres filosóficas de tanta claridad y evidencia como las verdades matemáticas. “Si dudo, pienso, luego existo”. Dice el filósofo en sus meditaciones profundas, elevándose de la certidumbre de su existencia al conocimiento del alma y de Dios. La idea de perfección e infinito no puede venir del hombre mismo que es un ser limitado, tampoco del mundo exterior, sólo puede venir de Dios, afirma Descartes. 

GUADALAJARA
11 de febrero de 1524, el  español Cristóbal de Oñate fundó en México la ciudad de Espíritu Santo que más tarde trasladó al sitio que hoy ocupa con el nombre de Guadalajara. Seguramente en honor y memoria de la provincia española de donde era oriundo al igual que su hijo Juan de Oñate, primer gobernador de Nuevo México y fundador de San Juan.
Guadalajara, tan recordada en los alegres corridos mexicanos, es la capital del Estado de Jalisco, al sur-oeste de la Sierra madre Occidental. Pintoresca ciudad de clima agradable que le proporciona su ubicación a 1.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Su población supera los quinientos mil habitantes y es conocida con el nombre de Perla de Occidente.
El aspecto de la ciudad es simplemente hermoso; con sus calles amplias y muy bien trazadas dominadas por imponentes edificios entre los que sobresalen por su bello estilo churrigueresco, la Catedral y el Palacio de Gobierno. El Convento de Santa Mónica, de admirable estilo plateresco; el Hospicio y el Teatro Degollado. Guadalajara es sede de la popular Universidad de su nombre y de importantes instituciones científicas, artísticas y literarias.
Pero por sobre todo es centro de primerísima importancia industrial, comercial y financiera. Sus comunicaciones son de categoría y cuenta en su perímetro con grandes establecimientos fabriles.
Guadalajara junto con ciudad Guzmán, Tlaquepaque, Ocotlán, Tepatitlán, La Barca, Ameca, lagos de Moreno, Autlán Atotonilco y Sayula, forman demográficamente  el Estado de Jalisco, del cual dice la historia que fue ocupado en épocas prehispánicas por los indios toltecas y posteriormente por los chichimecas y nahualtlacas. Fue en 1522 cuando penetraron en Jalisco las primeras expediciones españolas.  Formó parte del reino de Nueva Galicia y consumada la independencia de México, fue erigido en Estado de la Federación. 

DÍA DE LA JUVENTUD
            El 12 de febrero de 1814 es fecha clásica en la historia de la juventud venezolana por su relevante significado dentro del proceso de la emancipación. El invencible José Félix Rivas a la cabeza de  universitarios y seminaristas de Caracas se enfrentó gloriosamente en la plaza de La Victoria a las huestes virtualmente indomables del terrible José Tomás Boves. Desde ese día la juventud venezolana entró de lleno en la historia ofrendando sus vidas para salvar a la patria de la barbarie y la traición.
            La batalla que la juventud venezolana libró exitosamente en La Victoria, gracias al auxilio a tiempo de Campo Elías, ocurrió momentos en que el país vivía una de sus épocas más negras y angustiosas. La dominación española, ejercida por hombres brutales, sin respeto por la dignidad humana estaba, en su éxtasis. La resolución de independizar a la patria se mantenía por sobre la barbarie a costa de sangre y sacrificio. La actitud de los universitarios y de los seminaristas de Caracas que hoy conmemora ardorosamente la juventud, fue un verdadero sacrificio y una demostración palpable de valor porque sin ninguna experiencia militar se enfrentaron y rechazaron la feroz acometida de las hordas que Boves había logrado aglutinar en las bravía y salvajes llanuras del sur.
            Los republicanos tuvieron en aquella lucha 500 bajas entre muertos y heridos, mientras  que los realistas sufrieron el doble. Allí perdió la patria al valeroso Luis María Rivas Dávila, glorioso jefe de los “Dragones”, invencible en Bárbula, en Barquisimeto y en Araure. Pero el triunfo de la juventud en la Victoria no significó la derrota del yugo español pues durante largos años más hubo que  continuar luchando, derramando sangre, ofrendando vidas a la causa de la libertad. Pero esa acción del 12 de febrero fue la demostración concluyente de una juventud no indiferente al problema nacional, dispuesta al sacrificio, a fertilizar con sangre el ideal republicano. 

EL AMBICIOSO TAMERLÁN
            14 de febrero de 1405,  murió atrapado por una epidemia el ambicioso Tamerlán, mongol que creó todo un imperio que se extendía desde la India hasta el Mediterráneo.

Nada podía contra la humanidad de aquel conquistador tártaro que vivió hasta comienzos del siglo quince. Bastó que se desatara una fiebre epidémica para que sucumbiera junto con su inmenso poderío. Fue en la China, a donde lo llevó su ambición de poder y conquista.
            El legítimo nombre de Tamerlán era Timor-Leng o Timur-Lenk. Había nacido en Kech, cerca de Samarcanda, ciudad que habría de elegir como la capital de su imperio.
            Kech, entre la India y el Asia oriental, fue famosa desde que Tamerlán se proclamó Emperador y libró sangrientas batallas ensanchando el radio de poderío. Gengis Kan,  pariente cercano, fue víctima de su ardor de conquista y muy pronto cayeron sus territorios en las manos del hombre fuerte de Kench. Luego pasó a invadir a Korazón y en 1388 ya estaba sobre Persia. Emprendió más tarde la conquista de Rusia y llegó hasta las proximidades de Moscú con un ejército de 400 mil hombres.
            Sometió a toda Rusia Meridional, destruyó Astrakán y envió a un nieto suyo para asolar a Polonia. Con el pretexto de extender la religión islámica, invadió la India y llegó hasta los muros de Delhi. Derrotó a Bayaceto I, emperador de Turquía, a quien hizo llevar a su tienda prisionero. Llegó a mandar un ejército de 800.000 tártaros, con el que asoló y conquistó toda el Asia Menor. Impuso un tributo al emperador griego, recibió la sumisión de los mamelucos de Egipto y en 1404, un año antes de su muerte, regresó a Samarcanda, dispuesto a emprender una expedición para conquistar la China. Pero allí murió, víctima de una fiebre epidémica. Su imperio se desmembró poco después de su muerte. 

CONGRESO DE ANGOSTURA
            Un día como hoy, 15 de febrero de 1819, se instaló en la ciudad de Angostura, hoy Ciudad Bolívar, el segundo Congreso Constituyente de Venezuela, mejor conocido como “Congreso de Angostura”.
  Ante ese Congreso, Simón Bolívar devolvió a los representantes del pueblo, la Jefatura Suprema de la cual se hallaba investido desde 1814 y planteó para la patria en guerra una auténtica organización política que despertara la confianza y la simpatía entre las naciones extranjeras dudosas de las ideas patriotas, y al mismo tiempo, para que esa organización política sirviera de punto sólido de apoyo a todas las campañas que proyectaba liderar para independizar a Venezuela y los países de América que posteriormente integraron la llamada Gran Colombia.
            En esa casona baja de siete ventanas que está frente a la Plaza Mayor de Ciudad Bolívar, se reunieron 29 diputados en representación de la Soberanía Nacional para recibir el Poder Supremo y deliberar sobre los destinos de un Nuevo Estado.
            “Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la Soberanía Nacional, para que ejerza su voluntad absoluta” Comenzó diciendo Bolívar en su mensaje al Congreso de Angostura para seguidamente entrar a analizar la situación de Venezuela, señalar el ejemplo de otros pueblos, exponer al Congreso consideraciones sobre la organización del país y someter a su discusión un proyecto de Constitución centralista y, por lo tanto, contrario  al de 1811..
Bolívar concluyó su discurso afirmando que “Venezuela es digna de un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa, un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad”.
            Más que un simple discurso político, el Mensaje de Bolívar al Congreso de Angostura, es la suma de su filosofía política y con él sepulta a sus enemigos e infiere un rudo golpe moral al poderío subyugante de España. Desde la Angostura del Orinoco  y apoyado por el Congreso, Bolívar partirá seguro hacia el logro de la Independencia de América.

Juan Bautista Dalla Costa
            16 de febrero de 1823, nació Juan Bautista Dalla Costa,  hijo ilustre  de Guayana, amigo de los pobres, azote de los malvados,  regulador de los incautos, como de él una vez dijo en carta al General Páez, el prócer de la independencia José Ascensión Farreras.
            Gobernaba la provincia de Guayana, el coronel José Ucroz, cuando un día como hoy vino al mundo, Juan Bautista Dalla-Costa Soublette, hijo de su homólogo, Juan Bautista Dalla Costa, italiano de origen, y doña Isabel Soublette Jerez Aristiguieta. De la niñez de Dalla Costa se sabe muy poco, pero se infiere de viejos libros de su propiedad que a la edad de 16 años se hallaba en Londres, pasando gran parte de su juventud por el viejo mundo, donde atesoró una educación valiosa que más tarde pondría al servicio de su patria.
            Juan Bautista Dalla Costa ocupó importantes cargos de honor y confianza, entre los que merecen citarse: el de Jefe Político del Cantón Heres;  Miembro del Consejo Municipal; Jefe de las Milicias de la Provincia de Guayana; Gobernador de la misma provincia; Inspector General de los Ejércitos de occidente de la República; Consultor de los Despachos de Interior y Justicia; Presidente del Estado Soberano de Guayana; Ministro Plenipotenciario; Senador por el Estado Bolívar y candidato presidencial de la República.
            Dalla Costa fue un líder progresista y civilizador. Fomentó importantes obras públicas en el Estado que aún se conservan. Cuando acudía a la contribución ciudadana, primero suscribía la suya, que siempre excedía sus esfuerzos económicos y con frecuencia efectuaba donaciones del costo total de algún servicio de utilidad general. La estatua de El Libertador que ocupa el centro de nuestra plaza mayor es obra de este ilustre gobernante y servidor público, es la primera estatua de bronce que se le erigió en Venezuela al Padre de la Patria, para la cual contribuyó con la cantidad de 250 pesos y sucesivamente con otras partidas. 

GUSTAVO ADOLFO BÉCKER
             17 de febrero de 1836, nació en la ciudad de Sevilla, España, el poeta Gustavo Adolfo Bécker, considerado uno de los mejores de la lírica española y a quien se le atribuye cierto parecido espiritual con Heine.
            La vida de Bécquer transcurrió temprana, en plena madurez de su genio que se hizo famoso a pesar de la estrechez económica en que se desenvolvió. Cifraba el poeta unos 34 años cuando decidió irse definitivamente a hacerle compañía a su hermano Valeriano, célebre pintor, muerto unos meses antes que él.
            Gustavo Adolfo Bécquer se hizo famoso por lo musical y tierno de su poesía breve. ¿Quién no recuerda... “Volverán las oscuras golondrinas de su balcón  los nidos a colgar” y “Dios mío, qué solos se quedan los muertos” ¿Quién no recuerda aquél hálito poético inconfundible de los ojos verdes?... “Verdes tiene los ojos, verdes como el mar, te quejas?. Verdes los tienen las náyades, verdes los tuvo Minerva”.
            Gustavo Adolfo Bécquer fue excelente periodista. Colaboró en diversos periódicos y revistas, en una de las cuales tuvo a su cargo durante mucho tiempo, la sección llamada revista de la semana, en la que comentaba los acontecimientos locales e internacionales de la actualidad. Su producción literaria no fue muy vasta y muchas de sus poesías fueron traducidas a otros idiomas. Menéndez y Pelayo, clasifica la siguiente poesía de Bécquer, entre las cien mejores de la lengua castellana:
            “Del salón en el ángulo oscuro / De su dueño tal vez olvidada / Silenciosa y cubierta de polvo / Veíase el arpa. / ¡Cuántas notas dormidas en sus cuerdas / Como el pájaro duerme en la rama. / Esperando la mano de nieve / Que sabe arrancarlas! / Ay!, pensé, cuantas veces el genio./ Así duerme en el fondo del alma / Y una voz, como Lázaro, espera! / Que le diga: - Levántate y anda.


           
ANDRÉS SEGOVIA
            Linares es una ciudad de España, capital de la Provincia de Jaén. Tiene una población que no llega a los cien mil habitantes y es importante centro minero. En esa pequeña ciudad casi perdida en el mapamundi, nació el 18 de febrero de 1894, Andrés Segovia, uno de los mejores guitarristas de nuestra época.
            Pronunciar el nombre de Andrés Segovia, significa recordar a los venezolanos Antonio Lauro y Alirio Díaz. Este trío de artistas, bien como compositores o ejecutantes, imprimieron resonancia y prestigio a la guitarra, instrumento aristocrático de finales del siglo XVIII, introducido en España por los árabes.
            La guitarra a pesar de ser instrumento completo, raramente ha figurado en orquestas; pero ocupa lugar prominente en la serenata de El Barbero de Sevilla y ha entrado a participar en los grandes conciertos, gracias al talento y habilidad de estos artistas de la calidad de Andrés Segovia.
            Andrés Segovia, considerado el más destacado guitarrista clásico del siglo veinte y el que estableció la guitarra como instrumento solista en los conciertos tuvo, sin embargo, una formación en gran parte autodidáctica. A los 14 años dio su primer recital en Granada, más tarde habría de actuar con brillantez incomparable en Barcelona, Madrid y otras ciudades españolas. Recorrió varios países hispanoamericanos a la edad de 18 años y en 1924 ofreció un recital triunfal en Paris, que lo consagró como una de las máximas figuras de la guitarra mundial.  Luego ofreció una gira por toda la Europa culminando en Estados Unidos con resonantes triunfos.
            Compositores contemporáneos, como Manuel de Falla, Heitor Villa-Lobos, Joaquín Rodrigo y otros, escribieron obras especialmente para él y sus transcripciones e interpretaciones de grandes maestros de la música adquirieron celebridad y hoy se le considera el renovador indiscutible de la gran tradición de guitarristas españoles. 
YO SOY GARRICK
            La historia del arte registra el nacimiento del actor teatral inglés David Garrick, ocurrido el 19 de febrero de 1717, y quien se destacó en su tiempo interpretando los dramas de Willian Shakespeare, primer dramaturgo de Gran Bretaña y del mundo occidental.
Garrick fue famoso y obtuvo resonantes triunfos en sus interpretaciones teatrales. Pertenecía a una familia originaria de Francia y fue amigo de los demás ilustres personajes de su tiempo, especialmente del escritor y filósofo Denis Diderot,
            El drama intimo de Garrick se comprime en la poesía “Reír Llorando” que ha recorrido gran parte del mundo. Dice la poesía biográfica que el actor de Inglaterra era muy aplaudido y catalogado como el más gracioso de la tierra y el más feliz. Todo el mundo iba a ver al rey de los actores para cambiar su tristeza en carcajadas. Sin embargo, íntimamente el actor sufría un mal espantoso. Nada le causaba encanto ni atractivo. Vivía en un eterno spleen,  y su única pasión era la de la muerte.
            Cuenta la pieza lírica en torno al drama de Garrick, que un día buscando cura para su gran mal, llegó casa de un médico famoso y después de  un largo interrogatorio que deja perplejo al galeno, este termina aconsejándole que solo viendo a Garrich podía curarse, pues este cómico tenía una gracia artística espantosa. “Y a mí... me hará reír?”... “Él sí, nadie más que él, mas ¿Qué os inquieta?”... “Así -dijo el enfermo- no me curo; yo soy Garrick, cambiadme la receta”.
            Así era este cómico del siglo XVIII, y posiblemente así sea, la mayoría de los cómicos o payasos del mundo: hacen reír y nadie logra hacerlos reír a ellos. Pareciera como si toda la alegría la desbordaran sin que nada les quedara para alentar el deseo de vivir. Garrick terminó suicidándose y su tragedia es lección para entender que nadie debe fiar en lo alegre de la risa “porque en los seres que el dolor devora, el alma llora cuando el rostro ríe”,
MANIFIESTO FUTURISTA
             20 de febrero de 1909, el poeta Felipe Tomás Marinetti publicó su Manifiesto Futurista, en el cual se inspiraron movimiento artístico de comienzos del siglo veinte  para esgrimir lanzas contra la estética tradicional
            El Manifiesto ensalzaba la vida contemporánea subrayada por la máquina y el movimiento y en ese sentido declaraba “que el esplendor del mundo se  ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad” y afirmaba que “un automóvil de carreras es más hermoso que la Victoria de Samotracia”.
            Marinetti, nacido en Alejandría (Egipto) alternó su vida de intelectual entre Francia e Italia.  En esta última, en la ciudad de Génova, estudió y se licenció en Derecho, pero su fuerte fue la poesía aunque escribió y se destacó con obras teatrales como la “Muñecas eléctricas”, que llevó el tema de los robots a los escenarios una década antes de que se acuñara por primera vez este vocablo.  En la novela “Mafarka el futurista” critica los museos, las universidades, las mujeres y la moral convencional de entonces.
            Marinetti, recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909 y al año siguiente los artistas plásticos italianos Giacomo Bella, Umberto Boccioni, Carlos Carrá, Luisa Russolo y Gino Severino lo suscribieron.  Fue en el campo de las artes visuales donde mayor resonancia tuvo el Manifiesto y a partir de ese suceso los artistas comenzaron a interesarse por captar la sensación de movimiento.
            En este campo los pintores futuristas explicaban cómo representar el movimiento: “Dada la persistencia de la imagen en la retina, los objetos en movimiento se multiplican y se deforman proyectándose como vibraciones precipitadas en el espacio que recorren”.  Los primeros en incursionar en esta técnica fueron Giacomo Balla (Mercurio pasando ante el Sol), Umberto Boccioni (Los adioses), Carlos Carrá (Las nadadoras), Gino Serverini (Bailarina azul) y Marcel Duchamp (Joven melancólico en el tren)         


LA MUERTE DE UN PANTEISTA
         21 de febrero de 1677, en La Haya, capital de Holanda, y a la edad de 45 años, dejó de existir el teólogo y filósofo holandés Benito Espinoza. (Baruch Spinoza).  La tisis fue minando su salud hasta que ya no pudo más resistirse y sus fuerzas como su genio cedieron a la guadaña de la parca que fue más terrible que sus perseguidores ideológicos.
            Muerte demasiado temprana para un genio enteramente libre que se sobrepuso a las ideas cerradas de su comunidad israelita, de donde fue excomulgado y expulsado. Sus  ideas filosóficas asustaron a sus viejos maestros que le pidieron inútilmente su retractación. Aceptó el fallo con serenidad y valor. Su vida se vio más de una vez en peligro. No faltaron fanáticos dispuesto a eliminarlo físicamente.
            Su existencia, sin embargo, transcurrió tranquila y modesta. Cultivaba su pensamiento alternadamente con su oficio de pulir lentes para poder sobrevivir. Rechazó la ayuda de quienes se compadecieron de su pobreza y sostuvo sus ideas a través de varios libros escritos en latín.
            Espinosa era un panteísta acósmico, buscaba el conocimiento a través de la razón deductiva. Para él no había más que una sustancia: la divina, causa inmanente de todas las cosas. Dios o Naturaleza. Dios es la naturaleza entera. Dios se identifica en todas las cosas, sostenía el filósofo.
            Nacido en Ámsterdam el 24 de noviembre de 1732 del seno de una familia judía, Spinoza fue considerado como el exponente más completo del panteísmo durante la edad moderna..Sus ideas se hallan vertidas en “Tratado acerca de Dios, el hombre y su felicidad”, “Tratado sobre la corrección del conocimiento”, “Ética” y “Tratado teológico-político”.
            Después de su muerte, se abrió un gran paréntesis de silencio en torno a su pensamiento y obra, hasta que el idealismo alemán del siglo dieciocho lo sacó a luz y lo revalorizó.  

 SECUESTRO DEL ACHILLE LAURO
           22 de febrero de 1996, Majie al-Melqi, cabecilla de un Comando de secuestradores del Frente para la liberación de Palestina, fue capturado  por la Guardia Civil española en Estepona, Málaga, tras haberse fugado de la cárcel de Roma.
            Majie al-Melqi,  se hizo criminalmente célebre cuando con cuatro palestinos secuestró en la costa mediterránea de Egipto, el 7 de octubre de 1985,  al crucero  de bandera italiana, Achille Lauro.
            Los secuestradores, miembros del FLP, fracción guerrillera de la Organización para la Liberación de Palestina, pedían la liberación de los palestinos presos en  Israel, pero dos días después el presidente de Egipto, Hosni Mubarak y el líder del FLP Mohammed Abbas,  llegaron a un acuerdo para que los secuestradores desistieran de su acción.  Entonces fueron liberados 400 pasajeros y los miembros de la tripulación del crucero, menos un turista de nacionalidad norteamericana que ya había sido asesinado.
            El mandatario egipcio permitió al Jefe del FLP y  secuestradores volar a su cuartel general  en Túnez en un avión comercial facilitado por Egipto.  No obstante, el Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, envió aviones caza para interceptar el vuelo y, con el consentimiento del primer ministro italiano Bettino Craxi, obligó al avión a aterrizar en una base aérea que EEUU tiene conjuntamente con Italia en  la sureña isla de de Sicilia.
            Los cuatro guerrilleros secuestradores fueron apresados y sometidos a juicio ante un Tribunal romano que los sentenció a pagar condena por un tiempo oscilantes entre 15 y 30 años.  La pena máxima recayó en Majied al-Molqi, cabecilla del cuarteto palestino. 
Este incidente produjo fuertes tensiones entre EEUU, Italia y Egipto y debilitó el proceso de paz entre árabes e israelíes.  Lo cumbre de todo fue que el  Archille Lauro naufragó tiempo después en uno de sus cruceros, noviembre de 1994, frente a las costas de Somalia, y  en abril de 1996 Majied al-Molqi se fugó espectacularmente de la cárcel romana donde se hallaba pagando su delito, pero al cabo de treinta días de fuga fue capturado en  Málaga por la Guardia civil española. (amerfer@cantv.net)
                          

JORGE FEDERICO HANDEL
         23 de febrero de 1683, en la ciudad industrial de Halle, distrito de Alemania, nació ese famoso compositor que el mundo del arte conoce como George Frederick Handel, cuyos restos habrían de ser sepultados en la Abadía de Westmister, Inglaterra.
            A la temprana edad de siete años, el famoso compositor ejecutaba prodigiosamente el clavicordio que para sorpresa de sus padres le había llevado de contrabando a la buhardilla uno de sus tíos.
            La vida de Handel y su huella de gran genio de la música quedaron impresas en un país extraño al de su origen, Inglaterra, país que supo darle acogida, adoptándolo como uno de sus hijos y admirándolo por su extraordinario talento musical. Tanto así, que cuando expiró a la edad de 74 años, fue sepultado con pompa real en la Abadía de Weaminster.
            Handel contaba 26 años cuando escribió su primera ópera para el público inglés, basada en un poema de Tasso, pero fue duramente escarnecido por  “Sus pintados dragones escupefuegos y encantadas carrozas tiradas por yeguas de Flandes”. La ópera, sin embargo, conquistó al público anglosajón con sus lujuriantes melodías.
            Handel escribió más de 39 óperas de estilo italiano que sirvieron de modelo a todas las óperas inglesas. Entre ellas se encuentra su único y maravilloso ensayo en el género cómico: el Jerjes, considerada por la crítica como “una obra de gran ingenio, distinción y encanto, que podría revivirse muy fácilmente en la actualidad. Sin lugar a dudas, el aria más famosa, aunque no necesariamente la mejor de las que escribió Andel,  es “ombra mai fu” de Jerjes, algunas veces llamada “El largo” por su ritmo”.
            Handel además de extraordinario genio de la música operática, fue también un astuto hombre de negocios. Tuvo un teatro en Londres en el que actuó la famosa soprano Francesa Cuzzoni, de quien se dijo tenía un nido de ruiseñores en el vientre.

                                                            ROBERTO FULTON
            La muerte de Roberto Fulton motivó que el Gobierno de Estados Unidos, presidido entonces por James Madinson, decretara duelo nacional y lo recompensara con los mayores honores. Fue en Nueva York,  24 de febrero de 1815. Contaba Fulton con medio siglo de vida, del que dedicó gran parte al estudio de la ciencia mecánica, logrando ser el primero en aplicar el vapor a la navegación.
            Roberto Fulton quedó huérfano a la edad de tres años y sólo pudo cursar   estudios elementales. Era profundamente distraído en la escuela por lo que sus maestros lo reprendían con frecuencia. Manifestó, al principio, inclinación por la pintura y realizó pintorescos cuadros de hombres de negocios y estadísticas. Pero su verdadera vocación se orientaba hacia las artes mecánicas a la cual dedicó treinta años de su vida llegando a concebir y construir los modelos de un molino para aserrar mármol, de una maquina para hilar cáñamo, otra para fabricar cuerdas y una tercera para realizar excavaciones.
            A la edad de veintidós años viajo por Europa, visitó Londres y posteriormente Francia, donde permaneció durante siete años. En este último país profundizó sus conocimientos y se ocupó de llevar a la práctica sus concepciones acerca de la navegación de vapor submarina.
            Convencido de que era posible renovar la técnica de la guerra marítima, hizo estallar en el Sena, en 1796, una bomba a la que denominó torpedo. Al mismo tiempo había inventado una embarcación que le permitía desplazarse bajo las aguas, a la que llamó Nautilus. Con este rudimentario submarino llegó a permanecer hasta seis horas bajo la superficie, y logró interesar a Napoleón. En las proximidades de Brest, lanzó con su submarino un torpedo contra un viejo barco, al que destruyó totalmente,.
            Los problemas de la guerra hicieron a Napoleón olvidarse del invento de Fulton. Este volvió a Londres y finalmente a su patria de origen, donde fabricó un buque de vapor que realizó un feliz viaje por el Hudson. 
  
EL AÑO BISIESTO
            La expresión “bisiesto” procede de bis sexto calendas martias, nombre que los antiguos romanos daban al día 25 de febrero cuando el año era bisiesto, y en el que se intercalaban seis días antes de las calendas del mes de marzo.
            Calendas, para quienes poco sepan, es un vocablo con el cual los romanos en su calendario designaban los primeros días del mes.  Idus los mediados del mes y Nonas, el noveno día antes del mes.  Como eufemismo suele señalarse la menstruación como calendas purpúreas y calendas griegas al tiempo que no ha de llegar.
            Pues bien,  hoy 25 de febrero sería para los romanos del pasado un día bisiesto; sin embargo, el tiempo que todo lo cambia ha querido que no sea el 25 de febrero sino el año de 366 días el bisiesto por la razón de ser un año muy especial, distinto al ordinario que sólo cuenta con 365 días.
            Ese año de 366 días sólo lo vemos cada cuatro años. La idea de un año de 366 días cada cuatro años se le ocurrió, aconsejado por sus astrónomos, claro está, al emperador romano Julio César, dado que el calendario de entonces que era el del rey Numa Pompilio, presentaba un retraso con respecto al año solar.
            No obstante, esta idea juliana no solucionó el problema pues los astrónomos sacaron cuenta y observaron que se producía un error cada 128 años.  Fue entonces cuando apareció nuestro calendario actual o calendario gregoriano porque fue al papa Gregorio XIII, quien definitivamente estableció que el año bisiesto requería que las dos últimas cifras del número del año fueran divisibles por cuatro, pero que, además,  el año no terminara en dos ceros.  En este caso sólo se consideraría bisiesto si fuera divisible por 400.
            Por ejemplo, el año en curso no es bisiesto porque 01 no es divisible entre cuatro. Pero el año 2000 que tanto celebramos, aunque con algunos temores supersticiosos, fue bisiesto porque es divisible por 400, en cambio 1900 no fue bisiesto por no ser divisible por 400.  De todas formas se descubrió que nuestro calendario gregoriano no es tan exacto  con respecto al año solar pues, aunque muy remotamente, arrastra la diferencia de un día cada 4.000 años. 

VÍCTOR HUGO
            Nació Víctor Hugo el 26 de febrero de 1882, en la ciudad de Besazón, del seno de una familia, cuyo título nobiliario databa  del año 1531.  Por lo que Víctor Hugo poseyó el título de vizconde, aunque más para viajar de incógnito que para añadir un laurel más a su gloria.
Su infancia, y gran parte de su adolescencia, transcurrió en la isla de Elba, París, Nápoles, Florencia, Roma, y Madrid. Su padre, José Leopoldo Segisberto, general del ejército francés, pretendía que su hijo heredara sus condiciones y trayectoria militar, pero Víctor Hugo prefirió destinarlo a escribir poesías, obras teatrales y discursos políticos. A la edad de 13 años, el frustrado militar se inició en las tareas literarias escribiendo versos sobre aventuras caballerescas y comentando las hazañas de Rolando. Surgen sus primeras obras: Irtamenes, La canadiense y El Rico y el Pobre.
            A la edad de 15 años compite en concurso literario  patrocinado por la Academia Francesas, pero la edad le impide recibir los laureles ganados. Hasta aquí la primera época de literatura víctorhugoniana. En adelante se dejará sentir la influencia de Lamatine, hasta capitanear el movimiento romántico y adquirir sus características propias. Los triunfos literarios le valen la conquista de su amor. Se casa con la señorita Foucher, no obstante la negativa de los padres. Publica sus primeras novelas “Han de Islandia” y “Bug-Jargal”. Luego vienen sus dramas Cromwell, Las Orientales, Henani, Lucrecia Borgia, María Tudor, Nuestra Señora de Paris, Los Miserables, Los trabajadores del Mar, El hombre que ríe, La leyenda de los siglos y El año terrible.
            La fecundidad literaria de Víctor Hugo fue asombrosa. “su nombre llenaba por si sola las páginas literarias de la época. Soportaba sobre su cráneo todo el mundo romántico de entonces, y como poeta, como político y como novelista, Víctor Hugo fue el héroe de su generación”. Para demostrar el favor que el público dispensó a las obras de Hugo, bastaría decir que en un período de cinco años, produjeron, sólo en París, un beneficio líquido de 8 millones  377 mil francos... Víctor Hugo murió siendo senador de la República, el 22 de mayo de 1885. 

EL PINTOR DEL AVILA
           27 de febrero de 1984,  fueron inhumados en el Cementerio General del Sur, los restos del insigne paisajista hispano-venezolano, Manuel Cabré, ampliamente conocido en el universo de las artes visuales como el pintor del Ávila.
            Falleció a los 94 años de edad en Caracas, pues había nacido en Barcelona, España, el 25 de enero de 1890.  Su presencia y crecimiento en la capital venezolana prácticamente fue fortuita, pues ocurrió por la eventualidad de pasar el Presidente venezolano Joaquín Crespo por España y conocer a su padre que era escultor, autor de un busto de bronce que impresionó al gobernante.
            Crespo le ofreció trabajo en un proyecto de ornato que tenía para Caracas y el escultor le tomó la palabra y se vino con la familia.  Manuel Cabré tenía entonces seis años, estudió primaria y tuvo que abandonar la instrucción para trabajar en el mercado de San Jacinto.
            En 1904 se inscribe en la Escuela de Bellas Artes, donde su padre ejercía como profesor de escultura.  Atraído por el valle de Caracas, pronto se sintió conmovido por el Pico El Ávila que pintó desde todos los ángulos y con todos los matices.
            Luego de varias exposiciones exitosas, se trasladó a Paris, donde residió hasta 1930.  En esa época cultivó el cubismo y el impresionismo.  Regresó a Venezuela y en 1951 ganó el Premio Nacional de Pintura, luego (955) el premio Herrera Toro y así sucesivamente fue sumando galardones..
            Su trayectoria ha sido destacada como la de un artista que jugó papel fundamental en la formación de la conciencia moderna del arte en Venezuela. Sin duda, un paisajista por excelencia con gran domino de la técnica, el color y la forma.  En cierta ocasión reflexionando sobre su pintura, dijo: “A veces uno no sabe dónde reside el encanto de una obra; pero en toda creación hay un misterio.  Todo depende de la sensibilidad para descubrirlo”. Su obra ha sido reconocida con el montaje de varias retrospectivas en el Museo de Bellas Artes, en la Galería de Arte Nacional y en el Museo de Arte Contemporáneo.  
EL INVENTOR DEL ENSAYO
            Miguel E. de Moantaigne, escritor francés, está considerado como el verdadero inventor del ensayo, un género literario que comenzó a cultivarse universalmente desde finales del siglo dieciséis por escritores emblemáticos como el británico  Francisco Bacon, los hispanos Miguel de Unamuno y José Ortega y Gaset,, los latinoamericanos Andrés Bello y Domingo Sarmiento; venezolanos como Mario Briceño Iragorri y guayaneses como Ramón Isidro Montes, Felipe Vargas Pizarro y entre los jóvenes de ahora, Carlos Yusti.
            El ensayo que es una composición que aborda cualquier tema desde un punto de vista personal, sin sujeción a método ni estilo, más bien informal, subjetivo,  se convirtió en género literario con ese nombre, acuñado por Montaigne a quien valoran como el primero en abordarlo o inventarlo aunque algunos críticos estiman que las obras de Cicerón, Sénecas y Plutarco son realmente prototipos del género.
            Montaigne nació en Francia, tal día como hoy, 28 de febrero de 1533, del seno de una familia de buena posición económica y social que le permitió estudiar y graduarse en leyes.  Heredó las propiedades de su familia, entre ellas, el castillo de su nombre donde transcurrió el resto de su vida entregado a las actividades propias de un hacendado, estudiando los autores clásicos y escribiendo sus Ensayos editados en varios tomos.
            Viajó por varios países de Europa y a su regreso a Francia lo eligieron alcalde de Burdeos.  La enciclopedia Encarta  dice que Montaigne destaca por su análisis de las instituciones, opiniones y costumbres, así como por su oposición a cualquier forma o dogmatismo carente de una base racional.  Observó la vida con escepticismo filosófico y puso de relieve las contradicciones e incoherencias inherentes a la naturaleza y la conducta humana.  Sin embargo, su moral tendía básicamente hacia el epicureísmo, revelando las actitudes propias de un humanista que rechaza la esclavitud de las pasiones y los deseos, 


           

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