Estados Unidos que también venía
investigando sobre la comunicación a distancia, se puso a la par de Inglaterra
en noviembre del mismo año con la estación KDKA de Pittsburg.
Había comenzado a dar sus frutos el invento
de muchos hombres, y cada país, entre ellos Venezuela, se fue interesando a
medida que se industrializaba esta para entonces revolucionaria como increíble
forma de comunicación inalámbrica.
El 25 de septiembre de 1925, el gobierno
de Juan Vicente Gómez dio el permiso y el 24 de mayo de 1926 la emisora AYRE
(Broadcasting Central de Caracas) entró en acción con un transmisor
Wastern Eléctric, de 1 kw, y una longitud de ondas de 375 metros.
Venezolana de Radiotelefonía, empresa que
había obtenido tanto el monopolio de las trasmisiones como el de la venta de
radiorreceptores, era la patrocinadora de esta primera emisora venezolana y su
directiva estaba predominantemente conformada por hombres del gobierno, entre
ellos, el coronel Arturo Santana, edecán del general José Vicente Gómez, hijo
del dictador. Tal empresa creó también, un servicio de información
radiotelegráfica para los periodistas venezolanos que competían con el Cable
Francés.
Antes de la inauguración, Venezolana
de Radiotelefonía abrió el 15 de mayo de ese año 1926 una exposición de
aparatos radiorreceptores, fabricados en los Estados Unidos por Etromberg Carlson Radio- Corporation,
en su salón de ventas ubicado de Sociedad a Camejo. Sus agentes en Ciudad
Bolívar eran Requesens y Cia.
El 24 de mayo, cuando fue inaugurada AYRE,
hubo en Ciudad Bolívar un acto especial en el club de Comercio que entonces
quedaba entre las calles Constitución y Orinoco, para captar la audición en el
primer aparato vendido por Manuelito Requesens. Entre los asistentes
destacaban el Presidente del Estado,
Silverio González, y el Secretario de Gobierno, Antonio María Delgado.
AYRE estuvo activa hasta 1928 cuando
fue cerrada. Dos años luego, 9 de diciembre de 1930, el empresario William H.
Phelps inauguró las transmisiones de la Broadcasting Caracas, convertida en
1935 en Radio Caracas.
El lunes 9 de mayo de 1931, a las 10:15
de la noche, Broadcasting Caracas trasmitió un programa de música guayanesa
dedicada a Ciudad Bolívar, por cortesía de la Shell. En ese programa se
incluyeron el paso-doble “Late 28” y
el joropo “La Sapoara” de Fitzi
Miranda y “Canciones de Himeneo”, de Telmo Almada.
Después de AYRE y Broadcasting Caracas,
surgió la emisora Sello Rojo (1931), llamada luego Radiodifusora Venezuela,
fundada en el Pasaje Ramella de Caracas por los hermanos Degwitz. La cuarta y
primera emisora de provincia vino a ser la Broadcasting Bolívar fundada por el
técnico electricista Rafael Ángel Cabrera. (AF)
14 de febrero de 1405, murió atrapado por una epidemia el ambicioso Tamerlán, mongol que creó todo un imperio que se extendía desde la India hasta el Mediterráneo.
Nada podía contra la humanidad de aquel conquistador tártaro que vivió hasta comienzos del siglo quince. Bastó que se desatara una fiebre epidémica para que sucumbiera junto con su inmenso poderío. Fue en la China, a donde lo llevó su ambición de poder y conquista.
El legítimo nombre de Tamerlán era Timor-Leng o Timur-Lenk. Había nacido en Kech, cerca de Samarcanda, ciudad que habría de elegir como la capital de su imperio.
Kech, entre la India y el Asia oriental, fue famosa desde que Tamerlán se proclamó Emperador y libró sangrientas batallas ensanchando el radio de poderío. Gengis Kan, pariente cercano, fue víctima de su ardor de conquista y muy pronto cayeron sus territorios en las manos del hombre fuerte de Kench. Luego pasó a invadir a Korazón y en 1388 ya estaba sobre Persia. Emprendió más tarde la conquista de Rusia y llegó hasta las proximidades de Moscú con un ejército de 400 mil hombres.
Sometió a toda Rusia Meridional, destruyó Astrakán y envió a un nieto suyo para asolar a Polonia. Con el pretexto de extender la religión islámica, invadió la India y llegó hasta los muros de Delhi. Derrotó a Bayaceto I, emperador de Turquía, a quien hizo llevar a su tienda prisionero. Llegó a mandar un ejército de 800.000 tártaros, con el que asoló y conquistó toda el Asia Menor. Impuso un tributo al emperador griego, recibió la sumisión de los mamelucos de Egipto y en 1404, un año antes de su muerte, regresó a Samarcanda, dispuesto a emprender una expedición para conquistar la China. Pero allí murió, víctima de una fiebre epidémica. Su imperio se desmembró poco después de su muerte (AF)
No hay comentarios:
Publicar un comentario