miércoles, 19 de febrero de 2014

YO SOY GARRICK

            La historia del arte registra el nacimiento del actor teatral inglés David Garrick, ocurrido un día como hoy, 19 de febrero de 1717, y quien se destacó en su tiempo interpretando los dramas de Willian Shakespeare, primer dramaturgo de Gran Bretaña y del mundo occidental.
Garrick fue famoso y obtuvo resonantes triunfos en sus interpretaciones teatrales. Pertenecía a una familia originaria de Francia y fue amigo de los demás ilustres personajes de su tiempo, especialmente del escritor y filósofo Denis Diderot,
            El drama intimo de Garrick se comprime en la poesía “Reír Llorando” que ha recorrido gran parte del mundo. Dice la poesía biográfica que el actor de Inglaterra era muy aplaudido y catalogado como el más gracioso de la tierra y el más feliz. Todo el mundo iba a ver al rey de los actores para cambiar su tristeza en carcajadas. Sin embargo, íntimamente el actor sufría un mal espantoso. Nada le causaba encanto ni atractivo. Vivía en un eterno spleen,  y su única pasión era la de la muerte.
            Cuenta la pieza lírica en torno al drama de Garrick, que un día buscando cura para su gran mal, llegó casa de un médico famoso y después de  un largo interrogatorio que deja perplejo al galeno, este termina aconsejándole que solo viendo a Garrich podía curarse, pues este cómico tenía una gracia artística espantosa. “Y a mí... me hará reír?”... “Él sí, nadie más que él, mas ¿Qué os inquieta?”... “Así -dijo el enfermo- no me curo; yo soy Garrick, cambiadme la receta”.
            Así era este cómico del siglo XVIII, y posiblemente así sea, la mayoría de los cómicos o payasos del mundo: hacen reír y nadie logra hacerlos reír a ellos. Pareciera como si toda la alegría la desbordaran sin que nada les quedara para alentar el deseo de vivir. Garrick terminó suicidándose y su tragedia es lección para entender que nadie debe fiar en lo alegre de la risa “porque en los seres que el dolor devora, el alma llora cuando el rostro ríe”,  (@Piocid)

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