jueves, 2 de enero de 2014

LA CIRCUNCISIÓN

            El primero de Enero los cristianos católicos recuerdan y celebran la Circuncisión de Jesucristo y de la cual habla muy bien un pasaje del retablo mayor de la Iglesia de San Miguel de Jerez realizado por el escultor flamenco José de Arce.
             El rito de la circuncisión fue establecido por el patriarca bíblico Abraham, padre de los hebreos, al renovar su alianza con Dios.  San Lucas, en su relato evangélico, habla del cumplimiento de José y María con la ley judía que requiere la circuncisión y presentación en el templo de todos los recién nacidos de Jerusalén.  Dentro del ciclo de la vida, este es uno de los acontecimientos más significativos cuya observancia mantiene la comunidad judía.
A los ocho días de haber nacido, los niños varones son iniciados públicamente en la asamblea de Abraham por medio de la circuncisión que consiste en una sencilla operación quirúrgica para extirpar todo o parte del prepucio del varón humano, vale decir, la capa cutánea retráctil que cubre el glande del pene.
Lo cierto es que este rito que al comienzo estuvo circunscrito a los judíos, lo practican también los musulmanes y en general la  sociedad universal por razones de prevención sanitaria que implica mantener el glande libre de esmegma..  Para los musulmanes representa una purificación espiritual y según ellos, existía antes de la época de Mahoma, aunque el Corán no lo menciona.  La costumbre islámica exige que los varones musulmanes sean circuncidados antes del matrimonio. En pueblos indígenas del África e islas del Pacífico el prepucio cortado suele ofrecerse como sacrificio a los espíritus.  La operación certifica además que el sujeto está preparado para hacer feliz a su  mujer.

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