2 de junio de 1882. Pescador y marinero convertido en adalid del movimiento que unificó a Italia y la emancipó del yugo extranjero: Eso fue José Garibaldi, muerto el 2 de junio de 1882, a la edad de 75 años, en sus tierras de Caprero.
Unido al patriota José Manzini, fundador del movimiento clandestino denominado “Joven Italia”, Garibaldi viajó del mar a la cárcel acusado de participar en una subversión. Preso en Génova, no podía resignarse a la espera de la ejecución de su sentencia de muerte sino que libró inteligente batalla contra los muros y la fuerte custodia de la Cárcel y venció escapándose a Francia para reanudar conjuntamente con otros compatriotas el esfuerzo de la lucha que apuntaba hacia el objetivo irrenunciable de la libertad y unidad de Italia.
Garibaldi vino recalando por la América del Sur y mientras que acumulaba los recursos necesarios y organizaba la legión dispuesta a disolver los reinos en que para la época estaba dividida Italia, prestó gran ayuda a la República nueva del Uruguay y ganó el calificativo honroso de “Héroe de Montevideo”. En 1848 vuelve a Italia y tras de hostigar a los invasores austriacos prosigue a Roma para respaldar la República de Manzini y quedar al frente de todas las fuerzas. Fue derrotado más tarde en una lucha cruenta y desesperada refugiándose en Génova breve tiempo y partiendo por segunda vez a la América. Regresó a su patria en 1854 y se instaló en una granja de Caprero, cerca de Cerdeña, pero cinco años después volvió a tomar parte en las rebeliones de los italianos del norte al frente de los cazadores alpinos. Nuevas batallas se sucedieron hasta que Italia quedó reivindicada y logró su unidad bajo el reinado de Víctor Manuel II.
José Garibaldi está ligado a la historia libertaria de Italia, done se le honra y admira y uno de sus descendiente, homólogo, participó como oficial en la Batalla de Ciudad Bolívar en 1902, Guerra Libertadora contra el ejército de Juan Vicente Gómez.
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