miércoles, 11 de junio de 2014

RICARDO STRAUSS


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11 de junio de 1864. El apellido Strauss es célebre en la carrera de la música.  Strauss se llamó Oscar, el compositor austriaco de operetas, autor del sueño de un vals.  Strauss se llamó Johann, también austriaco, iniciador de la dinastía musical de su apellido y quien popularizo numerosos valses.  Strauss se llamó Joseph, hijo del anterior, llamado Rey del vals, autor del hermoso Danubio Azul, Rosas del Sur, Cuentos de los Bosques de Viena.  Y Strauss se llamó también Ricardo, nacido un día como hoy (11 de junio de 1864), en la ciudad germana de Munich, capital del antiguo reino de Baviera, cuna del movimiento nazi. En esa ciudad remota nació Ricardo Strauss, compositor de exuberante fantasía y dinámica orquestación  que le han valido un lugar de primera fila en la música contemporánea.
Narra la historia del arte que Ricardo Strauss dio sus primeros frutos musicales         a la edad de seis años, despuntando 20 años después con su poema  sinfónico “Don Juan” en el que destacan los dotes de originalidad y vigor que lo hicieron famoso.
Ricardo Strauss, aconsejado por su maestro Ritter, estudió en Italia y desde allá dió a conocer sus composiciones “Muerte y Trasfiguración”, Macbeth, Don Quijote y Sinfonía Doméstica.


Su obra ha si criticada de desigual, aunque bella siempre y contraria a las tradiciones musicales.  “Sus efectos orquestales alcanzaban profundas consecuencias emotivas y modificaban principios tenidos por inconmovibles”. En 1905, hasta sus más enconados críticos se vieron obligados a ceder ante su ópera “Salomé”, basada en un poema de Oscar Wilde, que fue estrenada con éxito en el teatro de la opera de Dresde, después de haber sido rechazada por varias empresas y compañías”. Las composiciones de Ricardo  Strauss se circunscriben fundamentalmente a óperas y poemas sinfónicos ineludibles en cualquiera grabación de los clásicos.  Vale decir también que se distinguió en la dirección de orquestas importantes.

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