sábado, 5 de abril de 2014

Enseña mi cabeza al pueblo, vale la pena

            El 5 de abril de 1794 recuerda la muerte de Jorge Jacobo Dantón y Camilo Desmoulins ocurrida en el cadalso francés en la década la las grandes transformaciones y sacudimientos de carácter político y social que agitaron a Francia entre 1789 y 1799.
            “¡Enseña mi cabeza al pueblo, Vale la pena!” - gritó Dantón al verdugo antes de sentir sobre su cabeza el golpe tremendo de la guillotina. Bastaba con que el  Verdugo hubiese cumplido aquel último mandato de su víctima para que todo el pueblo de Francia se hubiera volcado en fúrica protesta, porque Dantón era un revolucionario convencido querido por el pueblo. Después de la toma de la Bastilla dirigida por Desmoulins, a quien también tocó en suerte morir el mismo día,  Dantón se erige en uno  de  los  agitadores  más
populares de Paris. Más que un orador, Dantón fue un tribuno popular, cuya elocuencia, ayudada por su voz estentórea, se impuso en las reuniones de barrios, en los clubs y en las asambleas. Llegó a convertirse gracias a su fogosa oratoria y audaces concepciones en una de las más importantes figuras de la Revolución Francesa. Fue un apóstol de la resistencia y sostenedor del terror aunque después se declaró enemigo de éste. A sus partidarios los indulgentes se opusieron los hebertistas. Se acusaron mutuamente de corrupción y traición. Robespierre, el más célebre hombre de la revolución, quiso terminar con ambos grupos y Dantón, en peligro, no quiso defenderse (“Prefiero cien veces ser guillotinado”) - dijo -.  Ni huir ¿Acaso lleva uno su patria en la suela de los zapatos?. Ante el Tribunal recuperó toda su audacia y cuando le preguntaron su nombre respondió: “Soy Dantón, suficientemente conocido en la Revolución. Pronto no seré nada, pero mi nombre vivirá en el Panteón de la Historia”. Para evitar las reacciones del pueblo se le condenó sin estar presente.


            DESMOULINS, revolucionario como Dantón, en su folleto “La filosofía del pueblo francés” predijo la revolución. Dirigió el ataque contra la Bastilla y sus publicaciones ejercieron gran influencia en la marcha de los acontecimientos de entonces. Fue acusado de moderantismo y por haber sostenido a Dantón murió también., tal día como hoy, en el cadalso. Igualmente su bella esposa Lucila Duplessis.  

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